Por: Esteban Moscariello – Ejecutivo Comercial en DRC – Díaz Riganti Cereales
El panorama de commodities agrícolas la semana pasada ha sido marcado por fuertes fluctuaciones, con movimientos iniciales al alza seguidos de reversiones a medida que avanzó la semana. La volatilidad en los precios de la soja, maíz y trigo ha sido influenciada principalmente por las condiciones climáticas en Sudamérica.
El precio del trigo experimentó una pausa en las caídas, pero sigue atrapado en un canal lateral. Factores mixtos, como la reducción de stocks de los principales exportadores y la influencia de acuerdos y flujos comerciales en el Mar Negro, contribuyen a la indecisión del mercado. Aunque los fondos de inversión mantienen posiciones cortas, se espera que la situación del Mar Negro sea determinante para señales alcistas.
El mercado del maíz inició la semana pasada con fuertes ganancias, revirtiendo mínimos de tres años. A pesar de las cesiones posteriores, el saldo semanal fue positivo. Las preocupaciones climáticas en América del Sur, posibles atrasos en las siembras y el interés de importadores contribuyen a sostener los precios. Aunque los fondos de inversión presionan a la baja, se observa históricamente una tendencia a recortar esas posiciones en este periodo.
La soja experimentó fuertes aumentos al comienzo de la semana pasada, alcanzando niveles más altos en dos meses. Sin embargo, las noticias de posibles lluvias en Brasil resultaron en una pérdida de las ganancias iniciales. La tendencia lateral persiste, y la atención se centra en la situación climática en Sudamérica. A pesar del récord de procesamiento anunciado por NOPA en Estados Unidos, China aún debe comprar más soja para el próximo trimestre, destacando el posible interés en importaciones desde Estados Unidos. La soja en CBOT cerró el viernes (17) en US $492,7 por tonelada, una caída semanal de US $2,7 por tonelada.
Desafíos para la industria
La industria de crushing en Argentina enfrenta un escenario complicado debido a la escasez de oferta de soja de la cosecha 2022/23 en el mercado doméstico con motivo de la fuerte sequía que nos afectó en la campaña. La baja disponibilidad de materia prima está afectando la eficiencia de las unidades productivas, lo que podría resultar en la necesidad de detener la actividad. Argentina, con plantas de molienda de alta capacidad diaria en comparación con otros actores clave en la industria, depende críticamente de un suministro adecuado de soja para operar de manera eficiente.
La disminución en la oferta local de soja ha llevado a una reducción continua en las importaciones. Los datos de Senasa indican que en octubre se importaron aproximadamente 610.000 toneladas de soja, con Paraguay y Brasil como principales proveedores. Sin embargo, en los primeros diez días de noviembre, las importaciones cayeron drásticamente a 130.000 toneladas, sugiriendo una disminución continua en el ritmo de importación. Se anticipa que el repunte significativo en las importaciones de soja desde Paraguay podría ocurrir recién en marzo de 2024.
Se prevé que la actividad de procesamiento de soja en Argentina no se recupere hasta abril/mayo. La necesidad de una producción récord de soja en Sudamérica destaca la importancia del clima en Brasil hasta febrero. El riesgo sigue siendo en alza en todo el complejo de la soja.
Importaciones récord en China
En la temporada de importación de soja 2022/23, China alcanzó un récord al importar 101,9 millones de toneladas, marcando un hito para el período octubre-septiembre. Aunque este volumen no supera el récord acumulado de 12 meses establecido en junio de 2021 con 104 millones de toneladas, es una cifra considerable. Sin embargo, las recientes compras masivas de soja estadounidense por parte de Sinograin, alrededor de 60 barcos para envíos de diciembre a febrero, generan preocupaciones sobre el suministro de Brasil, considerándose un riesgo potencial de escasez.
A pesar de la disminución en la producción de soja en Argentina y las compras reducidas de soja estadounidense en los últimos meses, los procesadores privados en China parecen no estar inquietos por la situación en Brasil.
La demanda sigue siendo un factor crucial en el horizonte, especialmente si la perspectiva de producción en Brasil se estabiliza en las próximas semanas. China ha reanudado las compras de soja brasileña para entregas a partir de febrero, aunque los precios han subido debido a la desaceleración en las ventas de los agricultores.
La volatilidad en los precios probablemente persistirá esta semana mientras se evalúan las pérdidas en Brasil y los operadores ajustan posiciones antes del feriado de Acción de Gracias en Estados Unidos el jueves 23 de noviembre.
El mercado está prestando especial atención a las condiciones climáticas en Brasil y su impacto potencial en la producción en regiones clave de cultivo. Ahora estamos a la espera de más noticias sobre el clima y la situación política en Argentina, así como de la continuidad de las compras chinas.
Por Esteban Moscariello – Ejecutivo Comercio en DRC – Díaz Riganti Cereales
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