La grave sequía que afectó a la región agrícola en la última campaña de verano causó importantísimas pérdidas en la producción de soja que están complicando la actividad de las industrias procesadoras de la oleaginosa. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (SAGyP), la molienda del poroto durante septiembre fue de apenas 1,9 millones de toneladas, siendo el nivel más bajo de crushing para el décimo mes del año desde el ciclo 2000/01. Así, en el primer semestre de la campaña, el acumulado de molienda de soja llega solo 15,9 millones de toneladas, el mínimo nivel en 18 años.
De acuerdo con las estimaciones realizadas por Belén Maldonado y Emilce Terré, analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el volumen de crushing de soja para el segundo semestre totalizaría 10,4 millones de toneladas. "Eso representa un desafío para la industria en cuanto a la obtención de los insumos necesarios, que recién podría comenzar a normalizarse con el advenimiento de la cosecha nueva en los países limítrofes, sobre marzo del año próximo", advirtieron.
En Argentina, la baja cosecha obtenida en el ciclo 22/23 sumada al avance en la comercialización de la producción hacen que la disponibilidad de soja por vender sea escasa. La BCR indicó que quedan apenas 2,7 millones de toneladas, por lo tanto, el funcionamiento de las plantas industriales solo se podrá mantener mediante la importación de granos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), durante los primeros nueve meses de 2023, las compras al exterior de soja totalizaron 8,8 millones de toneladas, alcanzando niveles históricamente altos. Desde la BCR, recordaron que ya en julio, el acumulado de importaciones había superado el récord anual de importaciones de 6,6 millones de toneladas registrado en todo 2018.
Sin embargo, en septiembre se observó una caída de las compras externas del 37% con respecto al mes anterior, y desde la BCR, anticiparon que esto impactará negativamente en la actividad de las plantas procesadoras y las empresas exportadoras.
Competidores
Brasil, China y Estados Unidos, los tres principales países competidores de Argentina, contrariamente, alcanzaron niveles récord de molienda de soja durante la campaña 2022/23, y de acuerdo con las especialistas de la BCR, se proyectan niveles aún superiores para el ciclo siguiente.
China registra el mayor volumen de molienda a nivel mundial, con 94 millones de toneladas durante el ciclo 2022/23, aunque sus márgenes se han deteriorado recientemente por una débil demanda de la industria porcina en el mercado local y una intensificación de la competencia en la industria, explicaron desde la entidad rosarina. De todas maneras, sus exportaciones de harina de soja aumentarían de octubre a diciembre en 0,3 millón de toneladas con relación al año anterior.
En Estados Unidos, contaron las analistas, la demanda de combustibles bajos en carbono y el auge del aceite de soja llevaron al procesamiento de la oleaginosa a niveles récord durante la campaña 2022/23, alcanzando una molienda de 60,2 millones de toneladas. Las estimaciones indican que las exportaciones estadounidenses de harina de soja llegarían a un récord de 3,7 millones de toneladas en los últimos tres meses de 2023, esto representa un aumento de 0,7 millones de toneladas en relación a 2022.
En tanto, la histórica cosecha de soja en Brasil junto con una mayor demanda externa que no pudo ser satisfecha por Argentina impulsó la molienda en el país vecino, que logró procesar 53 millones de toneladas de soja durante la campaña. Mato Grosso, el estado con mayor producción agrícola de Brasil, tuvo en septiembre el mayor volumen de procesamiento con 1 millón de toneladas. Así, detalló la BCR, las exportaciones de harina de soja aumentarán a 5,4 millones de toneladas en lo que resta del año, 1 millón más que para igual período del año anterior.
"Los altos niveles de molienda permitieron que Brasil desplace a Argentina como principal exportador de harina de soja en el ciclo 2022/23, después de que nuestro país se mantuviera 25 años en el podio", señaló la entidad.
No obstante, las exportaciones de harina de soja declinarían a un mínimo de 10 años entre octubre y diciembre, totalizando 14,9 millones de toneladas, dado que la caída de 3,6 millones de toneladas en las exportaciones argentinas sólo podría compensarse parcialmente por el aumento en los envíos de los demás países proveedores, según la BCR.
También las exportaciones mundiales totales bajarían 3,8 millones de toneladas en 2023 con respecto a 2022, alcanzando 64,9 millones de toneladas. "El desplome en las exportaciones argentinas de harina de soja que totalizarían según Oil World tan sólo 17,2 millones de toneladas en el año contrasta con los considerables aumentos interanuales de 1,9, 2 y 0,6 en los envíos de Brasil, Estados Unidos y China, respectivamente", precisó la Bolsa rosarina.
Tal como analizaron las técnicas de la BCR, los menores suministros para exportaciones a nivel mundial llevaron a que los contratos de harina de soja, y consecuentemente de la oleaginosa, operen al alza en el mercado de Chicago durante la última semana.
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