Canje: anuncian el resultado y definen si reabren la operación

Con un resultado que estaría por debajo de lo que vaticinaron los analistas más optimistas –que llegaron a hablar del 80%–, pero por encima del 60% que el Gobierno se había planteado como meta, cerró ayer el canje de la deuda en default. Si bien los datos oficiales no fueron difundidos aún, en el mercado se habló de que el 68% de los bonistas habría aceptado canjear los viejos bonos aún en default por los nuevos títulos de la deuda.

Si el porcentaje de aceptación se confirma, habrán ingresado al canje US$ 12.444 millones sobre un total de US$ 18.300 millones. Y habrían quedado afuera unos US$ 5.856 millones.

Oficialmente no habrá cifras hasta hoy, cuando el ministro de Economía informe los resultados del canje, que cerró ayer a las seis de la tarde. Sin embargo, es posible que hoy se anuncie una prórroga o extensión del plazo para que los bonistas que optaron por quedarse con los títulos en default lo piensen e ingresen al canje.

Ocurre que en el Gobierno evalúan esta posibilidad para conseguir aún una mayor adhesión y así achicar el margen de acción que podrían tener los fondos buitres con sus reclamos ante la corte de Nueva York que preside el juez Thomas Griesa.

“Si en el plazo que teníamos fijado hemos conseguido un 60% de aceptación, podemos darnos el lujo de dejar abierto el canje por un tiempo más”, le dijeron a Clarín fuentes oficiales hace algunos días. Fundamentaban así la posibilidad de mantener abierto el proceso de reestructuración de la deuda que aspira a completar la tarea que el equipo de Roberto Lavagna hizo en 2005, oportunidad en la cual el nivel de aceptación fue del 75%.

Precisamente en base a aquellas cifras del 2005 fue que en el equipo de Amado Boudou se fijaron como meta el 60% de adhesión en esta oportunidad: porque, aseguran, que con el 60% de los US$ 18.300 millones que están en juego (que son unos US$ 10.980 millones) se podrá decir que entre este canje y el del 2005 se logró que el 90% de los acreedores aceptara las propuestas del Gobierno. Y que sólo el 10% del total de los tenedores de bonos optó por quedarse afuera.

Inicialmente, el canje debía cerrar el 7 de junio, pero se extendió hasta ayer a pedido de la Asociación de Bancos Italianos, según informó el Gobierno. Al parecer, problemas operativos para concretar el canje en el tramo minorista hicieron que fuera necesario extender el canje por dos semanas más. En el tramo mayorista, el plazo para ingresar al canje sin penalidad alguna cerró el 19 de mayo pasado. Hasta ese día, habían ingresado al canje unos US$ 8.500 millones que estaban en manos de tenedores mayoristas, esto es, que tenían más de US$ 100 millones en títulos de la deuda argentina.

Hoy la decisión de dejar abierto el canje está en manos de Amado Boudou, quien el viernes pasado aseguró que no están evaluando una nueva prórroga del canje de deuda, aunque no cerró totalmente la puerta a esa posibilidad. “Entre lunes y martes realizaremos una evaluación y entonces decidiremos sobre una eventual extensión”, dijo el ministro días atrás.