Verdulerías: 5 derechos del cliente que no siempre se respetan y cómo hacerlos valer

Frutas y hortalizas de todo tipo y color. En las verdulerías suele haber de todo para elegir. Lo que muchas veces falta es algo tan básico como cartelitos de precios, que aparecen sólo en parte de los productos o directamente no existen.

El comprador, entonces, será ve obligado a preguntar cuánto cuesta cada cosa. Y tendrá buenos motivos para sospechar que en realidad no manejan precios únicos, sino que el vendedor va cambiando los valores según quién los consulte. O como se dice habitualmente, "según la cara" de cada cliente.

En realidad, hay normas que prohíben hacer eso. También son totalmente ilegales los pesajes poco transparentes y las ofertas engañosas, entre otras trampas que hacen gastar de más.

Y sin embargo, en un sector con alta informalidad como este, siguen ocurriendo. En 2022, en la Ciudad de Buenos Aires, el 20% de las actas de infracción que labraron los inspectores de Defensa al Consumidor por prácticas comerciales desleales fueron a verdulerías. Y en lo que va del 2023 esa proporción creció al 31%, según datos del organismo a los que accedió Clarín.

¿Cuáles son los derechos esenciales de los vecinos cuándo van a la verdulería y cómo deberían cumplirse? A continuación, una guía con las cinco reglas clave para recordar y reclamar.

1. Todos los precios, siempre a la vista

En la Ciudad, la ley local 4.827 obliga a todos los comercios a exhibir sus precios "en forma clara, visible, horizontal y legible", ya sea sobre cada producto o mediante listados.

"En ningún caso se impedirá el acceso de los consumidores a los precios exhibidos, previo a la decisión de compra", ordena la norma, sin dejar lugar a dudas.

2. Todos los precios, por kilo o unidad

Además, para el caso puntual de negocios como verdulerías y carnicerías, la misma ley exige que haya cartelería "destacada y visible" en la que consten "los precios por unidad de venta" de cada tipo de producto.

Eso implica en general que figure el valor por kilo, y no sólo una fórmula vistosa como "tres kilos por $ 600" que omita aclarar cuánto le cobran al que lleva sólo un kilo. Por otra parte, si hoy un kilo de cerezas está a $ 2.000, debe informarse eso en vez de indicar sólo que 500 gramos valen $ 1.000 o que el cuarto kilo está a $ 500, como suelen hacer para que el precio parezca menor.

“Más allá de que los comerciantes de verdulerías exhiban precios de ofertas, también tiene que figurar el precio por unidad de medida, puesto que el consumidor tiene el derecho de conocerlo", confirma Jorge Surin, responsable de Inspecciones de Defensa al Consumidor de la Ciudad.

"La medida debe ser el kilo, por ejemplo, cuando ofrecen mandarinas. O bien la unidad, en el caso de un paquete de acelga”, grafica.

3. La balanza, electrónica y precisa

Otra situación que da lugar a abusos es el uso de herramientas de pesaje precarias, a veces analógicas, sin la precisión adecuada ni certificación alguna. Lo que se corona cuando sólo el verdulero tiene a la vista lo que determina la balanza.

Lejos de esto, lo que indican la ley 4.827 y el Código de Habilitaciones y Verificaciones de la Ciudad es que para quienes venden productos al peso es "obligatorio el uso de balanzas electrónicas" con "sello de verificación". Aparatos que deben estar, además, "en perfecto estado de conservación".

4. Por cada producto, un ticket detallado

A su vez, las mismas normas ordenan que las balanzas siempre "emitan tickets de papel o adhesivos", en los que deben figurar al menos el nombre del producto, el precio por kilo, el peso registrado y el precio final a pagar, más la fecha y el horario de emisión.

“Es muy importante que las verdulerías cumplan con la emisión de este ticket, más allá del ticket fiscal”, resaltan desde la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal porteña, que tiene bajo su órbita el ente de Defensa al Consumidor.

5. Aceptar tarjeta, obligatorio y sin recargos

Por último, aunque muchas verdulerías avisan que sólo aceptan pagos en efectivo, lo cierto es que el consumidor tiene derecho a usar medios de pago electrónicos.

Desde la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) recuerdan que es obligatorio para los comercios aceptar tarjetas de débito, tarjetas prepagas no bancarias u otros medios equivalentes.

Además, en Defensa al Consumidor aclaran que el local debe cobrar un mismo precio sin importar que el cliente abone en efectivo, con débito o con crédito en una cuota. El uso de los plásticos no puede implicar recargos.

¿Cómo reclamar si los derechos no se cumplen?

Los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires pueden denunciar los incumplimientos desde la aplicación para celulares BA 147 o desde la web de Defensa al Consumidor.

Tras el reporte del vecino, según prometen, los inspectores del área de Lealtad Comercial irán al local en menos de 72 horas a verificar la infracción, labrar un acta e intimar a los responsables a corregir su accionar, lo que se comprobará en una visita posterior.

Por otra parte, si un local hizo cobros indebidos y se niega a devolver la plata, o se pretende una indemnización, se puede hacer una denuncia ante el organismo para ir a una mediación.

Finalmente, si el problema es que no aceptan pagos con tarjeta o que les imponen recargos, eso se puede denunciar también ante la AFIP desde el sitio afip.gob.ar/denuncias.

MDG