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      Los sitios para la “colecta virtual” se multiplican, pero no funcionan igual para todos. ¿Cómo hacer?

      Redacción Clarín

      Micropatrocinio, sponsoreo en gotas. Mecenazgo virtual. Para juntar “fondos multitudinarios” ( crowdfunding ) sobran sitios, en sintonía con la internet colaborativa. En el Sí! ya hablamos de Sellaband.com (permite invertir / recolectar a las bandas), pero el más aceitado del mercado anglo es Kickstarter , que permite enlistar proyectos muy variados, como crear Cocina Verde, una empresa de raw food (vegetariana extrema) con la chef Kara Bauer al frente, o financiar un tour, como hizo ZZK Records, con una ayudita de fans /mecenas de la era del 2.0.

      Kara vive desde hace cuatro años en Buenos Aires e hizo crecer su negocio de cocina ultra naturista con Kickstarter: ahí recaudó 5.514 dólares. “A los dos días, tenía el dinero en una cuenta”, explica. Así se equipó (compró un deshidratador y licuadoras que no se consiguen acá) para su ¿negocio? ¿capricho? ¿proyecto altruista? “Este projecto es nuestro compromiso de sustentabilidad y educación. Crear conciencia y enseñar a utilizar las cosas que están en nuestro sistema. Más en el país del asado”, dice Kara. El texano porteño Grant C. Dull, de ZZK, señala: “Es una excelente forma de utilizar las redes sociales y hacer participar a los fans en una industria en la que suele ser difícil financiar proyectos grandes con presupuestos independientes”. Así filmaron un tour de los artistas del sello (embolsaron U$S 5.400) y Tremor tocó en el festival Womex, en Dinamarca (más de U$S 2000).

      Interama se disolvió, pero antes subió el disco El fin del círculo imperfecto en Bandcamp . Sebastián Pinardi cuenta: “Es nuestra primera experiencia digital. ¡Y tuvimos una sola compra online! Igual fue raro, el disco está en Taringa y Grooveshark. Es copado que alguien quiera pagar igual. Es ambiguo, ¿cómo se cotiza la música? La paulatina desaparición de las discográficas plantea una situación más justa. La independencia total da libertad, pero si lo mirás por el lado crítico, el músico también tiene que organizarse, ser su propia empresita, y no todos tienen ganas o capacidad para hacer eso”.


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