Eran adictos recuperados, se sumaron a una acción solidaria y murieron en un vuelco

José Orlando Villalobos (27) y José Manuel Collin (24) habían logrado superar la adicción a las drogas. Tras años de tratamiento y abstinencia, estaban entusiasmados con un nuevo proyecto. Su idea era ayudar a los que estaban pasando por el mismo flagelo que ellos habían padecido. Junto a un grupo de compañeros impulsaban la creación de un centro de recuperación. Con ese objetivo, se habían instalado en la ciudad de Santiago del Estero. Pero el domingo a la noche sufrieron un accidente en la ruta, en el norte de Córdoba. Ambos murieron. 

Ocurrió en la ruta nacional 9, a la altura del kilómetro 827, cerca de la localidad de San José de la Dormida. Aparentemente, la camioneta Fiat Ducato en la que iban perdió el control porque le habrían fallado los frenos. Tras salir de la calzada, golpeó contra un poste y volcó.

En el vehículo iban diez personas. Tras el vuelco, comenzó a dar vueltas en el aire. Los dos jóvenes salieron despedidos y golpearon con mucha violencia contra el suelo. Fueron trasladados de urgencia, pero no llegaron a salvarlos. Collin murió en un hospital de Jesús María y Villalobos en San José de la Dormida, donde su cuerpo espera la llegada del padre. El resto de los pasajeros resultó ileso.

Esa noche el grupo, compuesto por integrantes de la ONG Remar, regresaba a Santiago del Estero, donde habían levantado un proyecto de ayuda social en una zona precaria de la ciudad, a la cual llevaban alimentos no perecederos para asistir a familias campesinas de la zona. 

En ese lugar, los chicos habían adquirido una granja para comenzar el programa. Y la idea, según contaron de la organización, era recibir a gente que estaba atravesando situaciones de todo tipo, de calle o adicciones. "Habían conseguido un lugar muy lindo. Se estaban yendo a vivir ahí", contó a Clarín Adrián Espínola, de Remar Córdoba.

Los chicos continuamente estaban ayudando con alimentos y cada tanto volvían a Córdoba para recolectar productos y llevarlos a Santiago. "En ese trajín pasó esto. Así, repentinamente, perdieron el control de a camioneta, pegaron contra un poste, dieron una vuelta y ahí salieron despedidos ellos dos del auto y fallecieron. Es un hecho trágica y lamentable", agregó Espínola. 

Villalobos era de Salta y llevaba dos años en el programa. Collin, que era de Buenos Aires, hacía ocho meses que formaba parte de la granja. Estaban en continuo contacto en la calle y habían decido quedarse para ayudar como voluntarios. "Eran dos chicos de fierro. Muy dedicados", los recuerda a hora Espínola. 

Los dos habían terminado con el tratamiento que consiste en tres meses de granja, sin contacto con el exterior. Y estaban transitando la segunda etapa del programa, que es cuando empiezan a trabajar y a sociabilizar. "En ese tiempo cumplen una hora de ayudar a social. Estaban ese proceso cuando pasó esto", agregó. 

Los dos estaban viviendo lejos de sus hogares ya que  "el tratamiento los saca del entorno donde consumían", explican desde la ONG.

Por otra parte, los familiares, a pesar del profundo dolor por la pérdida, reconocieron que el tratamiento los había ayudado mucho. La madre de Collin, según contaron desde la Remar, agradeció que pudo tener "una parte del hijo que siempre quiso". "Nos contaba que, antes del tratamiento, nunca había recibido un mensaje que le dijera 'mamá te amo'. Que lo empezó hacerlo después, cuando cambió. Por eso el dolor enorme por esta pérdida repentina y trágica". contaron desde la ONG.