Censo 2022: el boom de los “municipios country” y el fenómeno de la “mancha urbana”

La forma en la que se expande la ciudad en el Conurbano y sus alrededores es uno de los datos que se conocerá con el Censo 2022. Los resultados preliminares arrojan apenas algo de luz. ¿Qué dicen los números de población en términos de desarrollo urbano? ¿Cómo pudo influir la pandemia por Covid y qué se puede esperar del asentamiento urbano en tiempos de trabajo remoto?

En términos de demografía podría hablarse de “mancha urbana”, propone el economista y experto en datos geográficos, Juan Ignacio Fulponi, y grafica que esto sería como pensar en una imagen satelital que se va modificando con los años. Las zonas grises, que marcan las edificaciones o el trazado urbano, se van expandiendo con formas irregulares.

Lo que muestra esta "mancha" es “cómo fue avanzando la construcción no tanto para arriba sino para los costados”, puntualiza Fulponi (@jfulponi en Twitter) y detalla que conocer tanto su forma como la densidad es clave para, por ejemplo, definir las zonas de circulación del transporte público, entre otras cuestiones de planificación urbana.

¿Qué ha pasado hasta ahora? “La mancha se considera expandida en la Ciudad de Buenos Aires y el primer cordón del Conurbano”, detalla el investigador y profesor del departamento de Transporte de la Facultad de Ingeniería de la UBA, aunque señala que las características son muy distintas.

Mientras que en la Ciudad hay mayor densidad, “uno de los problemas del Conurbano es que a partir de cierto momento se empezó a construir hacia afuera y muy poco hacia adentro”.

“Eso genera que los servicios públicos en el Conurbano sean de una calidad mediocre, porque uno tiene que alimentar un área de mayor tamaño con una población no tan considerable. Idealmente tendría que haber una densidad parecida a la de Capital, pero la gente expandió la mancha hacia afuera”, afirma Fulponi.

Y compara: “Es como en Estados Unidos, donde los conurbanos son muy ineficientes. Son áreas que solo se comunican en auto”.

¿Qué dice en Censo 2022?

Los resultados preliminares del Censo 2022 relevaron que la población de la provincia de Buenos Aires alcanzó un total de 17.569.053 personas, lo que implicó una suba de 1.941.969 personas respecto del Censo 2010, es decir del 12,44 por ciento.

El Conurbano reúne al 61,84% de los bonaerenses, pero su población creció por debajo en proporción: pasó de 9.916.715 personas en el Censo 2010 a 10.865.182 en 2022, lo que implicó una suba del 9,56.

En este sentido muchos cuestionaron los resultados del relevamiento de 2010, al considerar que distritos como La Matanza estaban sobrerrepresentados.

Dentro de los 24 partidos, el que más creció del Conurbano fue Pilar (32,09%), seguido por Moreno (26,93%), Ezeiza (24,16%), José C. Paz (21,78%), Escobar (20,04%), Tigre (18,97%) y San Miguel (18,11%).

Pilar no solo es el que más creció en porcentaje sino que en números totales superó el crecimiento de partidos como Tigre, que creció en 71.404 habitantes (Pilar, en 95.995 personas).

El boom de los countries en pandemia

El arquitecto José Rozados, director del portal de información Reporte Inmobiliario, recuerda que Moreno fue uno de los partidos que más crecimiento viene teniendo dentro dentro de los barrios privados, que fueron un boom en la pandemia.

“El efecto que generó el covid en la relocalización de la vivienda fue increíble. Podríamos decir que potenció la deslocalización de la vivienda, gracias a que la gente quería escapar al encierro en departamentos y a que en determinadas tareas dejó de ser imprescindible vivir cerca o trasladarse todos los días a un trabajo”, describe Rozados.

Y agrega que a eso se sumó un fenómeno de conveniencia de mercado. “Hubo mucha gente vendiendo su propiedad en Capital que veía que por ejemplo, con lo que obtenía por un departamento de tres ambientes en Belgrano, se compraba un lote en un barrio privado de 150 metros cuadrados en Moreno.

“Fue un efecto multiplicador hacia barrios privados y countries”, relata y advierte que se trató de “una ventana corta”, de todas formas, ya que al subir la demanda aumentaron también los precios.

No solo fueron porteños, asegura Rozados. También hubo bonaerenses que ya vivían en barrios abiertos y se trasladaron a barrios privados por la seguridad.

En ese sentido, Rozados propone pensar en tres corredores. El Norte, donde Tigre continuó consolidando su oferta de barrios cerrados, como en Nordelta; y municipios más alejados como Pilar y Escobar, que “explotó en pandemia”.

Tigre, detalla el experto en el rubro inmobiliario, ya era elegido como “una fortaleza cerca de la ciudad, pero al no ser imprescindible trasladarte todos los días, Escobar empezó a ser una buena opción”.

El intendente interino de Escobar, Carlos Alberto Ramil, explica a Clarín que el crecimiento por encima de la media provincial se debe a múltiples factores: “Muchas ciudadanas y ciudadanos eligen vivir en Escobar, por la cercanía con la naturaleza, la relación con el río, por la accesibilidad que tiene, debido a la Panamericana y a las rutas provinciales, el crecimiento industrial que es uno de los más grandes del país, que genera puntos de trabajo y un Estado presente que condiciones para que este desarrollo sea posible”.

En el corredor Oeste, Rozados señala a Moreno, los barrios privados a la vera de la Ruta 25 y el área de Luján, mientras que en la zona Sur, se pueden mencionar al corredor de Canning (municipios de Ezeiza y Esteban Echeverría) y también a los ubicados a la vera de la autopista Buenos Aires-La Plata, en Ensenada o en Quilmes.

El efecto, mínimo, en población

El crecimiento de la “mancha urbana” a través de barrios privados difícilmente explique los crecimientos poblacionales. "No se puede establecer una relación causa/efecto, pero eso es probable que haya incidido seguramente diría que en Pilar, Tigre, Ezeiza y Escobar", sugiere a Clarín Martín Moreno, sociólogo e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

Para Moreno, con estos resultados todavía no se puede decir mucho más, porque los datos que se conocen de población son de los distritos completos y no por zonas. Aparte, considera que habría que tener en cuenta la radicación de industrias y otros fenómenos. 

Por su parte, Fulponi destaca que “la creación de un country supone un uso poco intensivo de la tierra, porque requiere una gran superficie para albergar a pocas personas en términos relativos". De este manera, "puede implicar un aumento marginal de población”.

En segundo lugar, continúa el especialista en datos geográficos, “la instalación de un barrio privado no genera una economía de escala respecto a los barrios cercanos”. Para explicar esto, Fulponi propone pensar el ejemplo contrario: la creación de un enorme edificio de diez pisos.

No solo que en esa construcción viven muchas personas en una porción reducida de tierra, sino que cuando llega es probable que se instalen supermercados, escuelas y otros servicios alrededor. Y estos servicios serán atractivos para que otros constructores hagan más edificios y que para que más personas se muden a la zona.

“El barrio privado es, en cambio, una estructura muy poco relacionada con su entorno, que genera perjuicios con la planificación urbana”, afirma Fulponi y enumera que se necesita que la electricidad, el agua y otros servicios lleguen a gente mucha más dispersa, lo que aumentará los costos, además de que se generará mucha más contaminación, porque toda esas personas se moverán en auto, entre otros problemas.

Las nuevas formas de trabajo y la búsqueda de una vida en áreas menos densas y con más naturaleza no solo generó un fenómeno de deslocalización hacia estos tipos de barrios privados, recuerda Rozados, y advierte que partidos como Luján, Lobos o Chascomús se volvieron para muchos una opción. O incluso Mar Chiquita, La Costa y Pinamar, en la Costa Atlántica.

Fuentes del municipio de Moreno aseguraron a este diario que consideran que "en principio el crecimiento está dado por una alta natalidad y por la cantidad de migrantes que ha tenido Moreno, de personas de localidades cercanas, así como de países limítrofes". 

Los resultados todavía no están definidos para poder ver el nuevo mapa. Pero los especialistas así como los municipios esperan con expectativa esta nueva definición de lo que es hoy el Gran Buenos Aires, y cómo la mancha urbana avanza hacia los costados. Junto con otras cifras, como la de natalidad, son claves para planificar el futuro del país.

MG