Más de 50 chicos argentinos, en una clase de natación récord

Entre flotadores, ejercicios y juegos, un grupo de chicos argentinos participó ayer de la clase de natación más grande del mundo . “The World’s Largest Swimming Lesson” se hizo por tercer año consecutivo y con una convocatoria estimada en 30 mil personas , que ingresaron en simultáneo a la pileta en 24 países, se rompió el récord mundial Guinness (que era de 20 mil alumnos). La Argentina participó por primera vez, y la sede elegida fue el centro de actividades acuáticas Jaqui Esquetino en Olivos, donde 54 mininadadores de seis y siete años se sumergieron para sumarse a la movida.

La maratónica clase comenzó a las 12 en punto, en simultáneo con el resto del mundo , y duró media hora. Los niños estuvieron vigilados por 15 profesores, guardavidas y personal médico que observaron atentos el juego y aprendizaje que se desarrollaba en la gran pileta climatizada. Fue una de las 500 que se pusieron a disposición para concretar este nuevo récord mundial y concientizar sobre la importancia de evitar las más de mil muertes anuales por ahogamiento de chicos menores de 14 años.

Alejandro Celiz y Valeria Glastra estuvieron presentes en el natatorio y fiscalizaron, en nombre de Guinness, la presencia de los niños que formaban prolijamente al borde de la piscina minutos antes del inicio de la clase. Llegada la hora, todos corearon al unísono la cuenta regresiva de diez segundos que indicaba el momento exacto para saltar al agua.

Micaela Bessel, médica a cargo en la sede local, resalta la importancia de la seguridad acuática en los niños. “Es fundamental concientizar a todas las personas de que un chico que sabe nadar o tiene conocimientos básicos evita un riesgo a la hora de enfrentarse a un medio acuático. Mientras más temprano aprendan a nadar hay mucho menos riesgo de un accidente grave, tanto en una pileta como en el mar”, explica mientras los pequeños nadadores ríen y disfrutan de los juegos flotantes.

En el mismo sentido, Jaqui Esquetino, directora del natatorio, indica que la idea es “generar conciencia mundial sobre la importancia de aprender a nadar y prevenir accidentes. Por eso es que decenas de miles de personas toman esta clase en simultáneo alrededor del mundo”. Fue la encargada de coordinar el evento, y micrófono en mano se calzó el traje de animadora y le dio ritmo a la jornada.

Durante la clase, los chicos participaron con juegos, ejercicios con flotadores e incentivos didácticos. Se tocaron los principales puntos que necesitan conocer para enfrentar el agua: desplazamiento, flotación, respiración y el modo correcto para entrar en la pileta.

Los accidentes acuáticos son la segunda causa de lesiones o muerte accidental entre chicos menores de 14 años , y es una de los principales factores que generan consecuencias fatales en niños de entre 1 y 5 años. Pero el riesgo se reduce un 88% cuando un nene tiene preparación.

El manejo responsable de un accidente en el agua, explica Jaqui, es vital. Micaela Bessel detalla que esas situaciones “generan desesperación, y eso es lo peor que puede tener una persona en el agua porque hace que se pierda la coordinación que permite salir a flote o acercarse hacia una zona segura, o mínimamente pedir ayuda. Por eso la importancia de tener los conocimientos básicos. Tanto para los que nadan, como para los que vigilan, que necesitan poder detectar situaciones de peligro”.

Es por eso que el evento, además de romper un récord mundial Guinness, elimina año a año las fronteras y colabora con la concientización necesaria para que un momento de placer pueda ser disfrutado por toda la familia, minimizando los riesgos y generando el clima más propicio.