Empezó el juicio por la muerte del hijo de Storani: “Nunca imaginé estar en un Tribunal por la muerte de Manuel”

Más de siete años después de la tragedia, y con el testimonio de Federico Storani, comenzó el juicio por la muerte de Manuel, hijo del dirigente radical. La noche del 31 de marzo de 2016, en el Delta del Tigre, Pablo Gabriel Torres Lacal conducía una lancha que, sin luces, embistió de frente la embarcación en la que viajaban Manuel y su mamá, Ángeles Bruzzone, que también falleció. Torres Lacal está imputado por “triple homicidio simple con dolo eventual”, ya que a Storani y su madre se suma la muerte de un hombre que iba en su propia lancha.

A las 9 de este lunes, la calle Ituzaingó 340 estuvo llena de familiares y amigos que vinieron a acompañar a Federico Storani en la primera jornada del juicio oral. Entre los presentes, había compañeros de escuela de Manuel Storani, además de sus hermanas mayores.

En la apertura se destacó que la parte acusadora va por dos alternativas para probar en lo que dure el juicio: el homicidio por dolo eventual u, en todo caso, el homicidio culposo. La defensa, por su parte, pedirá la absolución del acusado.

Federico abrió el juicio con su declaración ante el Tribunal Criminal N 1 de San Isidro, con una sala repleta de gente emocionada: "Es un antes y un después en la vida de cualquier persona. Mucho más en la de un padre. ¿Cuál es la denominación que tiene la muerte de un hijo? Ninguna. No existe descripción para dolor tan lacerante. Perder a un hijo a tan temprana edad. Nunca me imaginé estar frente a un Tribunal hablando de la muerte de mi hijo y de Ángeles. Mi vida ha sido un calvario desde que murieron".

Agregó: "Lo más importante de Manuel era su calidad humana. Abrazaba belleza en causas nobles. Era el hijo de mi madurez. Uno espera su propia muerte, pero no la de un hijo. 7 años y medio de este padecimiento que podemos definir como un calvario".

Storani relató los momentos posteriores a la desaparición de su hijo y a la muerte de su ex pareja: "Manuel estaba desaparecido tras el hecho. Cualquier papá se aferra a la esperanza de que lo va a encontrar. Tal vez por su capacidad como nadador podía haber llegado a alguna isla del Tigre. Eso inició una búsqueda de 3 días. Durante 3 días y 3 noches no comí, no dormí. Hacía lo que hace cualquier padre para encontrar a su hijo".

Y amplió: "Al final, el fiscal de ese momento me avisó que habían encontrado un cuerpo a 400 metros del lugar del choque. Me advirtió al llegar que esperara a que recompusieran el cuerpo, pero mis hijas y yo no quisimos esperar. Nos superaron las circunstancias. Nos encontramos con un cuerpo hinchado, comida su cara parcialmente por los peces. Nos abrazamos con mis hijas y mi esposa, y lloramos esperando la autopsia. No hacía falta porque sabíamos que era él".

A Pablo Torres Lacal lo juzga el Tribunal Oral N 1 de San Isidro. El primero en declarar ante los jueces Sebastián Hipólito Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino fue Storani. Mientras que para la audiencia de este lunes se esperaba el testimonio dos sobrevivientes del choque.

Luego, entre martes y miércoles, se sumarán los testimonios del empleado de la estación de servicio, de personas que vieron a Torres Lacal en los momentos previos a salir al río en la guardería, de navegantes que rescataron del agua a sobrevivientes y las declaraciones de peritos de parte y peritos oficiales.

Torres Lacal nunca estuvo detenido, pese a que la acusación es por “triple homicidio simple con dolo eventual". “Es más, algunas veces debieron suspenderse audiencias porque este señor estaba en el exterior. Unos meses después del choque, en octubre de 2016, estuvo un mes en la India, llamo la atención sobre esto porque es el mismo mes que Manuel cumple años y mientras nosotros nos apiñábamos desgarrados en el cementerio él estaba en la India, las cosas no han sido para nada parejas”, le dijo Storani a Clarín en una entrevista reciente.

Este lunes, como parte de su testimonio, enfatizó: "Espero que la Justicia sancione de manera ejemplar a quienes actúan con desaprensión y desprecio a la vida”.

Cerca del mediodía se conoció el testimonio de Torres Lacal. "Siento que no puedo aparecer con mi verdad. Yo después del accidente estuve como siete días inconsciente. Cuando me desperté me dijeron que había tenido un accidente. Y cuando supe que había tres personas fallecidas no podía dejar de llorar", dijo.

"Entiendo el dolor que todos tuvimos, un amigo mío murió (Javier Gotti, que iba con él en su lancha). Pido sinceras disculpas. Esa noche nosotros nos subimos con dos amigos y fuimos a pasear en el río", dijo el imputado.

En su declaración ante el Tribunal, Torres Lacal contó que ese 31 de marzo por la tarde él se encontró primero con Javier Gotti, a las 16.30, y luego con David Di Rico, a las 18.30. Él tenía que ir a un evento con David y sumaron a Gotti, pero cuando llegaron no pudieron pasar por no tener entradas para todos. Entonces decidieron salir para el Delta del Tigre a andar en lancha. Como no tenían la tarjeta que habilita el ingreso a río, regresaron a su casa, en donde compraron empanadas y una cerveza. Luego sí, según su relato, pudieron volver navegar.

"Esa noche fue la primera vez que salía con la lancha después de arreglarla", dijo, y agregó que había comprado la embarcación con una prima hacía cinco años, pero se había roto y tuvieron que repararla. "En el momento que salimos les dije a mis amigos: 'cuidado que esta lancha me la acaban de entregar hoy'. Me acuerdo que antes del choque era todo muy pacífico, que no se veía a nadie, solo la luna. No recuerdo haber visto la embarcación de frente, tampoco recuerdo el impacto", dijo ante los jueces.

Consultado por la fiscalía, Torres Lacal explicó que su salida desde el río Luján hacia el canal de vinculación, para llegar al arroyo Pajarito, fue por la mano derecha. El imputado no pudo determinar la velocidad a la que iba la lancha aquella noche: "No miré para saber a qué velocidad íbamos. Calculo que sería más o menos 2.000 o 2.500 vueltas. Nunca en mi vida fui con la lancha al palo, de noche menos", dijo.

Un rato antes, Storani había dicho que el acusado nunca se acercó para intentar entablar diálogo o expresar sus disculpas. Sin embargo, Torres Lacal declaró que sí había intentado hacerlo y que no había recibido respuesta del otro lado. "Le escribí a Storani por Facebook. Yo me quiero acercar pero con la mayor sutileza posible. No ser invasivo. Capaz es más fácil encontrar un culpable y masacrarlo para manejar el dolor. Este juicio puede ayudar a liberar el dolor que todos sufrimos", agregó.

También se sumó la declaración de Alejandro Macan, como testigo. Es médico y tiene una embarcación en la misma guardería que Lacal en el Tigre. Dijo que el sábado posterior al choque fue a buscar su embarcación y el hombre que le bajó la lancha le contó, en relación a la noticia de la tragedia, que Lacal había pedido su lancha en condiciones de ebriedad. Sin embargo, esto no está comprobado por ningún estudio posterior a la tragedia.

En últimas horas de la tarde, declaró Alejandro Gabriel Obludyzner, uno de los que iba en la lancha en la que estaban Manuel Storani y su madre. En calidad de testigo, el hombre reconstruyó aquella noche de 2016 y explicó que su esposa planeó una salida a Tigre con Ángeles, la madre de Manuel Storani, y Lucas Sorrentini. Además de ellos, iba Federica Obludzyner, hija del matrimonio.

Luego de una cena volvieron en la embarcación de Sorrentini. En en canal vinculación en dirección hacia el río Luján sufrieron el impacto con la Shark II del acusado.

Alejandro detalló sus recuerdos del episodio fatídico que se cobró tres vidas: "Visibilicé una embarcación por la maniobra de zig zag que hacía. Le digo a Lucas "mirá ese loco". De pronto, teníamos la lancha encima. Volé y terminé dentro del agua buscando a mi hija y a mi esposa. A Ángeles la encontramos dada vuelta y a Manuel no lo encontramos".

El testigo aclaró que la lancha comandada por Sorrentini siempre fue por el medio del canal de vinculación desde el arroyo Pajarito. La lancha del acusado, según relató Alejandro, "estaba yendo de una banda a la otra".

"Es la conducción de un tipo que no está bien de la cabeza. Los primero que pensé es que era un tarado, un adolescente. Cuando me enteré que era un tipo grande no lo podía creer. Nosotros no éramos pendejos que venían de una joda, íbamos con dos menores y éramos responsables de eso", cerró.

Una vez concluida la primera jornada, la fiscalía propuso al Tribunal una inspección ocular del lugar del hecho para conocer mejor la forma en la que se desarrolló.

Storani dialogó con Clarín y se refirió a las declaraciones del acusado como "absolutamente confusa y contradictoria en cuestiones elementales. No sabés si cuándo, si cómo, si dónde, si estuvo, si no estaba. Además, no es imputable el hecho de la confusión por el impacto, es antes la confusión también en su relato. No guarda coherencia, no guarda concordancia".

Luego, también comentó aquella frase de Torres Lacal sobre que había intentado ponerse en contacto con él sin éxito en el pasado: "¿Vos querías que yo estuviera con el messenger ahí del Facebook? Ni el padre ni él se contactaron. Son mentiras. Es una cuestión de voluntad. Pasaron 7 años y medio. ¿No conseguiste mi teléfono en 7 años y medio? Esperando entonces la salida de mi oficina. Y podés intentar hacer un llamado".

SC