Por día, entran a la Ciudad 1.200.000 autos y se alargan las esperas

Todos quieren llegar rápido a destino, pero el problema es que cada vez son más los que persiguen el mismo objetivo al mismo tiempo. Una conflictiva simultaneidad que alargó las congestiones de las horas pico en los ingresos y los egresos de vehículos en la Ciudad de Buenos Aires durante los últimos diez años. Según informó la Subsecretaría de Transporte del Gobierno porteño a Clarín , la hora pico se extendió, porque ahora ingresan a la ciudad 30% más de vehículos que en el 2002.

Hace diez años, cuando el país sufría la crisis financiera y social (cuando la desocupación superó al 20%), el número de vehículos que entraban durante los días laborales rondaba los 850.000 vehículos. Esos ingresos se incrementaron casi 35% comparado con el 2012. Este año el promedio es de casi 1.200.000 vehículos. Además, a la ciudad ingresan 1,5 millón de personas en colectivos y 750.000 en tren diariamente.

El tiempo de la hora pico actual de los ingresos y los egresos a Capital transcurre entre las 6.45 y las 9.15 horas, por la mañana, y entre las 18 y las 20.15 horas por la tarde, según informó Ernesto Arriaga, de Vialidad Nacional.

Aunque hay variaciones según los días de la semana. Por ejemplo, en el caso de los lunes, la hora pico comienza a las 7.30 de la mañana. O también sucede que los viernes por la tarde la furia por salir de la ciudad empieza a notarse a partir de las 15 horas.

Un indicio del alargamiento de las hora pico se verifica en el registro de vehículos que andan por las autopistas 25 de Mayo e Illia. Según la empresa Ausa, hay un cambio entre 2008 y 2012. Hubo una reducción en los viajes entre las 7 y las 9 horas (bajaron el 2,4%), aunque siguen produciéndose embotellamientos. Mientras los viajes antes de las 7 aumentaron en 31%. ¿Qué debería hacerse para descomprimir los embotellamientos? “La congestión es el síntoma de una enfermedad en estado agudo: el deterioro de los sistemas de transporte masivo, especialmente el ferrocarril y el subte”, explicó el ingeniero Roberto Agosta, profesor del Departamento de Transporte de la Facultad de Ingeniería de la UBA.  “Por eso aumentó el uso del automóvil particular, lo que llevó a congestionar cada vez más la red vial y particularmente los accesos.La solución es mejorar el servicio del transporte público de trenes, subtes y colectivos para hacerlo atractivo para los usuarios. Porque es mucho más eficiente para la ciudad, ya que permite transportar mucha más cantidad de personas por hora en el mismo espacio y más amigable con el ambiente”.