Un escenario perfecto para... descorchar un champagne

Cuando la mayoría le escapa a casarse incluso sobre el nivel del mar, algunos trepan hasta los 3.776 metros de altura para dar el "sí". Fuerte, ¿no? Esto pasó sobre la cumbre del volcán Lanín, a 60 kilómetros de Junín de los Andes, una terraza perfectamente diseñada por la naturaleza que sorprende a cualquiera que se encuentre por primera vez en esa situación. Hacer cumbre en el primer intento de llegar hasta uno de los picos más emblemáticos de nuestro extenso menú montañoso es para afortunados. Y puedo decir que alguna vez lo fui. Impacta esa imagen y la vista que regala. La boca del volcán sellada por el hielo conforma un altar que enceguece por su blancura. Esta pareja se fue hasta ahí para dar casarse, pero obligaron al pastor a entrenarse duro el último mes para no fallar a la cita. No se podían permitir abandonos, como sí nos ocurrió a nosotros, cuando uno de los socios aventureros decidió falquear de piernas a la altura del refugio del C.A.J.A. (Club Andino de Junín de los Andes) a unos 2.600 metros. Un poco más abajo, a los 2.450, se encuentra el otro punto de descanso, el del Regimiento de Infantería de Montaña, con un patio de pircas para acampar. En el C.A.J.A. entra apenas una decena de personas, que apretujadas suelen esperar la primera hora de la mañana para encarar el ascenso final a la cumbre, si es con hielo y grampones, mejor. Aunque están los que recorren todo el sendero de una vez, en un día completo de caminata, de trekking, como lo hicieron estos entusiastas tortolitos. Había muchas ganas, por lo visto. Habrá sido clave, desde ya, la previsión climática: encontrar una venta de buen tiempo, sol y la menor furia del viento posible, es fundamental. Y más si se pretende disfrutar de unas burbujas de algún espumante. Desde Espina de Pez, una formación tipo cuchilla que desafía de entrada nomás con un tremendo soplo de viento que baja de la montaña, el Lanín se despliega intenso y exigente en todo su recorrido. Allá arriba, las fumarolas de los volcanes Llaima, Villarrica, Quetrupillán, Osorno, el relieve del cerro Tronador, y el brillo de los lagos Tromen, Quillén, Huechulafquen y Paimún, dan el marco ideal para todo tipo de emociones. Estos chicos eligieron casarse, lo dejamos a su criterio.