“Lo seguimos buscando vivo”: el bebé secuestrado por Hamas cumple un año y habla la tía argentina

"Soy tu tía Sandra, parte de tu gran familia de Buenos Aires, la ciudad donde nació tu abuelo, acá cerquita, en Palermo. Tu bisabuelo fue director de orquesta, muy recordado por componer la cortina musical que acompañó la niñez de muchos de los que hoy estamos aquí: Titanes en el ring. Cuando nos veamos la vamos a escuchar juntos y te voy a contar más de él y de todos nosotros".

Así empieza la carta que Sandra Miasnik le escribió a su sobrino Kfir Bibas, el bebé argentino-israelí que mañana cumple un año y será leída esta tarde en Parque Centenario. El nene fue secuestrado el sábado 7 de octubre a las 6 de la mañana, mientras dormía junto con su hermano y sus papás. Terroristas de Hamas entraron a su casa, a unas 20 cuadras de la frontera con Gaza, y se lo llevaron. Su cabecita pelirroja dio la vuelta al mundo. No lloraba, no se quejaba, parecía no tener miedo. Su mamá lo abrazaba como abrazan las leonas a sus cachorros. ¿Qué malo le podía pasar abrigado en ese calor redondo? Con un brazo lo sostenía a él y con el otro a su hermanito Ariel. Dos calabacitas inocentes de ojos despiertos. Fue la imagen que recibió Sandra en su WhatsApp. Y enseguida le entró otro mensaje que le hizo temblar los dientes: "Se los llevaron".

Sandra pedirá hoy la "urgente vuelta a casa" del nene y toda su familia. "Nuestro pedido es humanitario, no geopolítico", avisa. Habrá globos naranjas y una torta inmensa, también naranja. Como el color de pelo del rehén más chico que tomaron los terroristas aquel amanecer que se convirtió en la noche más oscura, con 1.200 personas asesinadas en sus casas, en el sur de Israel. Todavía hay más de 130 rehenes, entre ellos argentinos.

Kfir y toda su familia tienen pasaporte argentino. Soñaban con venir al país a visitar a su familia.

"El día que nació Kfir, hace ya un año, me mandaron al whatsApp familiar su foto a upa de su hermanito. Luego mi prima nos fue contando el día a día de su crecimiento. Cuando se lo llevaron gateaba por toda la casa, y comenzaba a pararse. Supongo que ahora estará dando sus primeros pasos y balbuceará algunas palabras", se ilusiona Sandra. Y se detiene. No quiere llorar. Su responsabilidad, dice, es ser la voz de su familia en la Argentina. Mañana se reunirá con el nuevo embajador argentino Axel Wahnish, antes de que parta para Israel.

"Tenemos que hacer lo imposible entre todos para que liberen a los rehenes, por eso este miércoles nos reunimos en Parque Centenario. Necesitamos darnos fuerzas, que la energía sea una sola y más potente, para demostrarle al mundo que no hay un lado u otro para las personas de buen corazón. Mi sobrino fue arrancado de la cuna y hoy no podemos celebrar su primer año juntos. Entre todos tenemos que darle amor para que regrese sano y salvo", pide Sandra. Y ella, acaso más que nadie, sabe de qué se trata el "milagro" de la vida". Es ginecóloga, especialista en medicina reproductiva. Ayudó a decenas de mujeres a traer bebés al mundo e incluso ella se transformó en su propia paciente: tuvo que hacer un tratamiento de fertilización para ser mamá.

"La vida es un milagro", insiste, y los ojos se le hacen agua. Pero no, no es tiempo de aflojar. Hay muchas actividades que preparar para esta tarde, a las 18, en la zona del mástil del Parque Centenario, en avenida Díaz Velez y Leopoldo Marchal. El encuentro cultural, artístico y humanitario es para "celebrar" el cumpleaños de Kfir, el bebé de todos. Está organizado por un grupo de autoconvocados y ya se solidarizaron Julián Weich, Lito Vitale, León Gieco, Sebastián Wainraich, Dan Breitman, Luis Novaresio, Malena Guinzburg, Adriana Szusterman y muchos otros.

A Sandra le secuestraron 6 familiares: dos tíos, dos primos, dos sobrinos. El cuerpo de su tío José Luis (abuelo de Kfir) apareció poco después en un descampado cerca de su casa. El fue uno de los fundadores del kibutz Nir Oz, donde vivían unas 400 personas que se dedicaban a la exportación de espárragos. "Su casa estaba en la entrada y quedó totalmente quemada. Suponemos que fue uno de los primeros en ser atacado, luego fueron hacia las casas de atrás. Mi tío siempre creyó en la convivencia de los dos pueblos, el palestino y el judío. Incluso su papá, Vladimiro (el que compuso las canciones de Titanes en el Ring) solía dar clases de música en Gaza", afirma. Vladimiro Silberman emigró a Israel en 1976 con toda su familia. José Luis tenía entonces 16 años.

Luego del ataque terrorista de Hamas que tomó por sorpresa al país (y cuyas imágenes y videos se hicieron virales), Israel respondió con intensos ataques aéreos en la Franja de Gaza, causando una destrucción sin precedentes con el objetivo declarado de "aplastar" al grupo ultraislámico pro iraní y liberar a los rehenes. A fines de noviembre, Hamas informó que en unos de esos ataques murió Kfir, su hermano y su mamá, pero esta información nunca fue confirmada. "Seguimos teniendo esperanzas porque en otra oportunidad dieron por muertos a otros rehenes y luego fueron liberados vivos", dice Sandra. E insiste con su pedido universal de ayuda para que el mundo vuelva a ser un lugar donde todos los chicos puedan jugar en paz.

PS