Horror en El Palomar: cómo fue la masacre en la casa de Mía

Mía concilió el sueño a las cinco de la mañana de ayer, después de jugar toda la noche. Se despertó cerca del mediodía y su tía Romina (dicen que fue casi quien la crió) puso una película para que no se topara con las imágenes que transmitían los noticieros: los rostros de su hermano Ian, de tres años, muerto de 25 puñaladas, y el de su mamá Sabrina Martín, de 24 años, asesinada de nueve puntazos. Tampoco querían que viera a ese joven llamado Enrique Alcaraz que estuvo con ella durante tres días, el hombre que la raptó y del que se sospecha que mató a su familia. Alcaraz (25), detenido e imputado por los delitos de doble homicidio calificado por femicidio y por alevosía, y sustracción de menores, ayer se negó a declarar.

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Los fiscales de la UFI N°5 de Morón, Claudio Oviedo y María Cecilia Corfield, ya determinaron qué ocurrió durante la madrugada del lunes, cuando se cometió el doble crimen. El asesino sacó la llave de la casa del buzón donde Sabrina solía guardarlas. Entró en la vivienda y tomó de la cocina un cuchillo. Primero mató a Sabrina, que dormía sola en una habitación del fondo. Después entró en el cuarto de Mía (5) e Ian. Asesinó al nene, lo cubrió con frazadas, entró en el baño y se aseó. Creen que los homicidios se cometieron entre las 0.30 y las tres de la mañana del lunes, y que Mía no se despertó. El asesino armó un bolso con la ropa de la nena y salió con ella de la casa.

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“Mía no cuenta ni dice nada de lo que pasó. Tampoco pregunta por su mamá y se refiere a su hermano si ve que su primo hace algo que él hacía. El equipo de psicólogos nos dijo que no debemos preguntarle nada. Está eufórica, quiere jugar a todo”, contó a Clarín Noelia, tía de la nena. La fiscalía consideró que lo mejor es que se quede en casa de la familia materna. Aún así, Mía está en contacto con su papá, Andrés Díaz, quien ayer fue a visitarla.

Para Oviedo hay pruebas para responsabilizar a Alcaraz por el doble crimen. Uno de los elementos que lo complican es un cuchillo de características similares al que usaron para matar a la mujer y a su hijo, que llevaba al ser detenido junto a ropa manchada con sangre. Está preso en la Unidad Psiquiátrica de Melchor Romero.