Noticias hoy
    En vivo

      La odisea de los vecinos que pescaron un auto en un túnel inundado en Almagro

      • Un vehículo rojo intentó atravesarlo a pesar de las advertencias por el diluvio.
      • Al final, tuvieron que salir en su rescate y lo sacaron con una cuerda atada a una rueda.

      Video

      Fue entre las calles Yatay y Lezica. Tras la intensa lluvia, la Ciudad de Buenos Aires reportó problemas en el subte y hay casi 90 mil usuarios sin luz.
      Redacción Clarín

      El mediodía de este jueves en la Ciudad de Buenos Aires cayó una cortina de agua. Fue tanta la intensidad de la lluvia que decenas de calles quedaron anegadas, escaleras del subte se convirtieron en cascadas y algún rincón porteño de Almagro se sumergió en una escena surrealista. Allí un auto quedó atrapado en un túnel inundado y los vecinos salieron a rescatarlo. O mejor dicho, a pescarlo.

      Todo quedó registrado en un video que grabaron desde un balcón cercano, con vista privilegiada al gran piletón urbano en el que se transformó -por efecto de las precipitaciones- el pasaje subterráneo de Yatay, entre Lezica y Querandíes. Bomberos realizan sus trabajos mientras el acaudalado río lleva centenares de litros de agua por Yatay, hacia la cercana avenida Díaz Vélez.

      En el video, en un paneo que realiza la usuaria de X @florvvva, se ve que un auto rojo está detenido contra el cordón izquierdo de la calle Lezica, con agua hasta prácticamente la mitad de sus ruedas. La calle es intransitable por la lluvia que ya había caído y la que todavía seguía bajando desde las nubes hacia el pavimento.

      La novela llegó por entregas. El primer video duraba 13 segundos, mostraba la feroz correntada, el río de 3,5 metros de profundidad embravecido y dejaba planteado el suspenso sobre el destino del vehículo.

      Tres minutos después, a las 13.58, la mujer publicó la segunda parte. Si antes había coqueteado con la tragedia, ahora todo desembocó en los carriles de la comedia más descabellada. El auto rojo flotaba en las aguas del improvisado río que parecía dividir en dos al barrio de Almagro: una porción desde las vías del tren Sarmiento al norte; y la otra, mirando al sur.

      "Pero cómo hizo? ¿Se mandó cuando ya estaba inundado?", preguntó otro usuario, que agregó que le "pareció escuchar un montón de ruido". "¿Estaba estacionado y lo arrastró el agua?", insistió.

      "Se mandó con el túnel ya inundado, nadie sabe cuál le pintó, los vecinos le gritaron pelotudo y después lo salieron a ayudar como en el video", fue la explicación dada por la mujer que dejó las imágenes para la posteridad.

      Esas imágenes, más de un minuto de material, son contundentes: los lugareños dejaron de lado las burlas y los insultos para enfocarse en esa extraña excursión de pesca.

      El auto aparece flotando, inclinado ligeramente sobre la proa. El conductor ya está afuera del vehículo, se sostiene del techo y el agua le llega a la cintura. A los gritos, pide ayuda, se lleva las manos a la boca para amplificar sus palabras. Desde arriba, trepados a una baranda que ya era un muelle, los vecinos tratan de tranquilizarlo. Abajo, mientras tanto, se acercan los rescatistas.

      Desde la otra orilla se zambulle en el hediondo río un hombre vestido con ropa deportiva, una remera con el número 23 en blanco. Lleva la punta de una soga que otro vecino solidario sostiene desde arriba. Desde el frente, en el ingreso del túnel, vienen avanzando otros dos hombres para completar el plan de asistencia.

      El que se puso la 23 nada, brazada a brazada, hasta el vehículo. Con pericia, el héroe acuático ata la cuerda a la rueda trasera derecha del auto bote. Desde arriba, su compañero empieza a caminar hacia Lezica, tirando de la soga. Los otros dos ayudantes empujan. El náufrago no se suelta de su barco.

      El vehículo flotante se acerca a un tacho de basura verde que fue más precavido y hasta ahí llegó, no quiso aventurarse más allá: sólo quería mojar sus rueditas en la orilla.

      Treinta segundos después del inicio del operativo, el lanchón llega a puerto seguro, seco y transitable, listo para volver a su piel de auto.

      Almagro, empapada, dejó otra escena loca. A pocas cuadras de allí, en la puerta de la escuela ORT, sede Yatay, otro habitante porteño quedó a la deriva. Lo mostró un usuario de Twitter: un cono naranja se pierde calle abajo mientras suena el desesperado grito de Tom Hanks en "Náufrago" cuando pierde a su amigo Wilson.