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      Asesinan a un joven en una pelea a la salida de un boliche

      Tenía 20 años y recibió 4 balazos. Dos amigos están heridos. Hay dos detenidos.

      Redacción Clarín

      Los cuatro balazos que impactaron en su cuerpo lo dejaron tendido en la puerta del boliche Blue Demon Chicharrón, en Constitución. Rodrigo, de 20 años, agonizó unos 15 minutos. Murió. Las balas también alcanzaron a sus dos amigos: Miguel, de 22, y Gonzalo de 16. Ellos sobrevivieron y están internados en el hospital Ramos Mejía. La pelea que empezó adentro del boliche terminó en una batalla en la puerta. Los amigos de los chicos destruyeron un patrullero de la Policía Federal porque, según ellos, no querían trasladar a Rodrigo al hospital. También hubo corridas y piedrazos. Ocurrió ayer a la madrugada en Sarandí y Cochabamba. La Policía clausuró el boliche y detuvo a 2 personas.

      “Rodrigo y los amigos viven a la vuelta. Siempre iban a bailar a ese boliche. Creemos que lo fueron a buscar a Rodrigo porque siempre tenía problemas. Era de pelearse mucho. Ahora estaba un poco más tranquilo porque hacía unos meses había salido de la cárcel”, dice a Clarín un allegado a la familia que prefiere no dar su nombre.

      Los patovicas del boliche decidieron sacar a los chicos afuera. En la vereda, según cuenta un testigo, los asesinos de Rodrigo fueron a buscar sus armas a sus autos que estaba estacionados por la zona. En los monoblocks, donde el joven vivía con su mamá, una hermana y la sobrinita, hay un Citroën gris que chocó contra un auto y se subió a la vereda. “Sospechamos que son de los pibes que dispararon. Venían muy rápido y chocaron primero con un taxi y después terminaron ahí”, cuenta un vecino.

      A Gonzalo, unos de los heridos, le dicen el Uruguayo. Fue trasladado al Ramos Mejía en la moto de un amigo. Miguel canta en un grupo de cumbia que se llama “Estilo Turro”. Todos son amigos.

      “Es una zona muy picante. A Rodrigo lo mataron adentro del boliche. El dueño dijo ‘ayudenme a sacarlo afuera y lo llevo al hospital en mi auto’. Al pibe lo sacaron afuera, pero el dueño jamás lo llevó al Ramos Mejía. Lo único que quería era sacarse el problema de encima. En este boliche por peleas similares murieron unos cuatro chicos más”, cuenta el mismo allegado. Los vecinos afirman que las peleas son frecuentes y la zona es muy insegura.

      Los amigos de Rodrigo se agarran la cabeza en la puerta de los monoblocks. Ahí donde todas las noches se juntaban a charlar. El cuerpo hasta ayer continuaba en la morgue. Un amigo dice: “Lo mataron por la espalda a traición”.