Otro Pico de felicidad

Puños apretados, rodillas contra el suelo y una expresión en el rostro, mezcla de alegría y de emoción. Así festejó Juan Mónaco su victoria por 7-5, 4-6 y 6-3 sobre el francés Julien Benneteau en la final del ATP 250 de Kuala Lumpur, Malasia. Y no fue para menos. Es que el título que el tandilense consiguió ayer en el certamen malayo - el cuarto de este año , luego de los que ganó en Viña del Mar, Houston y Hamburgo- tuvo un sabor especial. Porque fue su primera coronación sobre canchas rápidas.

Porque lo pone más cerca de conseguir un lugar en el Masters de Londres.

Y porque no fue fácil doblegar a Benneteau, un jugador que llegaba con mucha hambre de gloria a buscar su primera consagración.

Para sumar el séptimo trofeo a su palmarés personal, Mónaco -que a partir de hoy volverá a ubicarse en el 10° lugar del ranking- tuvo que batallar durante poco más de tres horas en un duro partido, en el que el francés arrancó un poco mejor. En un primer set cambiante, Benneteau quebró rápidamente y se puso 2-0.

Pico se recuperó e igualó todo en dos. Pero con el marcador 5-3 a su favor, dejó pasar dos sets points. Entonces, el europeo aprovechó para volver a meterse en el partido.

El último game de la manga -que duró 20 minutos- fue un claro ejemplo de lo equilibrado del juego: hubo 10 deuces y el francés salvó cuatro puntos de set de Mónaco, quien finalmente se llevó el parcial.

“Me puse un poco nervioso cuando tuve oportunidades, pero nunca me entregué, especialmente en el 12° juego del primer set”, reconoció Mónaco tras el partido.

En el segundo parcial, el francés salió decidido a dar pelea. Desplegó un tenis más ofensivo y comenzó a lastimar más con su servicio. A pesar de recibir atención médica en su brazo derecho en varias ocasiones, el galo logró impuso su juego y provocó un bajón anímico en el argentino. Y, con dos quiebres a favor y uno en contra, Benneteau ganó el set y empató el partido.

“Me sorprendió con su regreso en el segundo parcial; sabía que tenía que ser un poco más agresivo en el final”, comentó Pico . Y lo logró. En el tercer capítulo, recuperó la efectividad con su primer saque (con el que ganó el 89% de los puntos que jugó) y volvió a tomar las riendas del partido. En el sexto game, consiguió un quiebre para ponerse 4-2 y sentenció la historia. Porque aunque Benneteau le frustró un primer match point en el octavo juego, el tandilense no se desesperó y cerró el partido.

Ya con el trofeo en la mano, Mónaco reconoció que ésta fue una semana inolvidable. “Ha sido muy agradable estar en esta ciudad y ganar el título. Se siente muy bien. Quiero agradecer a todos los argentinos y a todo el público local que me apoyó durante estos días.

Siempre voy a recordar esto, porque es el primer torneo que gano sobre canchas duras. Estoy feliz”, afirmó Pico , quien había perdido la única final que había disputado sobre cemento, en Valencia 2011 ante el español Marcel Granollers.

“Ahora quiero relajarme y disfrutar de esta victoria” , dijo el argentino. Y agregó: “No es fácil ganar torneos, pero ya hay que enfocarse en el siguiente desafío”. Ese desafío es el ATP de Tokio, que el tandilense disputará esta semana, con la idea de seguir ganando terreno en la carrera para Londres. En ese certamen, será el cuarto preclasificado y debutará con el búlgaro Grigor Dimitrov, proveniente de la clasificación. Hacia Japón irá Mónaco, con su tenis, su gran presente y su sueño de conseguir un pasaje para el torneo de noviembre. Algo que cada vez, parece más cerca.