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      Multitasking en exceso: ¿por qué nos dejamos distraer?

      Revisar mails, chequear Facebook y comprobar el estado de Twitter son solo algunas de las interrupciones a las que nos sometemos nosotras mismas a diario, constantemente. Pero cada vez que lo hacemos, volver a nuestra tarea inicial nos cuesta tiempo y energía. Algunos datos para no perder de vista.

      Multitasking en exceso: ¿por qué nos dejamos distraer?CLAIMA20150319_3283 Foto: Thinkstockphotos Mujer multitasking / Foto: Thinkstockphotos
      Redacción Clarín
      23/01/2015 13:06

      Un par de cifras desagradables sobre el uso de nuestro tiempo: en el curso de un día laboral visitamos en promedio 40 sitios web diferentes. Cambiamos 36 veces por hora entre los distintos programas de nuestra computadora. Consumimos tres veces más información que hace 30 años. Nos comunicamos más a través de “La Nube” –lugares de almacenamiento virtual, redes sociales, etc.– que directamente con las personas. A esto se agrega que, si no revisamos las distintas “bandejas de entrada” y respondemos dentro de unas horas o a más tardar un día, la gente se molesta o se olvida de que formuló una pregunta.

      Cuando percibimos la familiar vibración del teléfono celular en el bolsillo de nuestro pantalón, recibimos una pequeña inyección de dopamina en el cerebro y con el tiempo se desarrolla una dependencia que nos lleva a pedir, cada vez con más frecuencia, estas distracciones. Por lo tanto, no sabemos cómo seguir adelante en ese momento y revisamos nuestros e-mails, navegamos en Facebook o comprobamos el estado de Twitter. Pero cada vez que nos interrumpimos nosotras mismas, a continuación debemos orientarnos nuevamente, lo que nos cuesta tiempo y energía.

      Naturalmente, las conquistas tecnológicas aumentan también nuestra eficiencia laboral: Google Maps mejora nuestra puntualidad, gracias a Skype, WhatsApp y al e-mail trabajamos sin dependencia del lugar, Facebook es una brillante herramienta de marketing. Pero la cuestión es: siempre hemos equiparado a las computadoras con la productividad. Pero si hoy miramos en nuestro iPhone solamente tiene una “apariencia” de productividad. En realidad, nos desviamos del trabajo.

      Con los equipos digitales no trabajamos con más efectividad, lo hacemos más rápidamente. Y con mayor negligencia. Antes mirábamos la televisión, ahora miramos smartphones.


      4 recomendaciones para evitar la gran distracción

      1. Leé y respondé e-mails durante una hora al comienzo y una hora al final de tu horario de trabajo.

      2. Una vez al mes regalate un viernes sin e-mails.

      3. Los sábados no revises e-mails.

      4. Tres veces al año cumplí la “regla de los tres días”. Después de tres días sin Internet, uno comienza a relajarse un poco. Quizás uno duerma más profundamente. Quizás espere un poco más antes de responder una pregunta. Quizás escuche con más atención.



      “Estamos disponibles en todo momento, pero también para la distracción”. Matt Richtel


      Extracto de "Pequeño Libro de los Grandes Cambios. El mundo explicado en tres líneas", de Roman Tschäppeler y Mikael Krogerus, autores de "El Libro de las Decisiones. 50 Modelos de éxito".