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      Japón en bicicleta: la fotógrafa argentina que viajó por el país asiático con su bici plegable

      Floral Zu recorrió distintas ciudades de ese país en 2018, y durante junio expone sus fotos en el Jardín Japonés de Buenos Aires.

      Feriado junio 2022: cuándo es y cuántos días son

      Japón en bicicleta: la fotógrafa argentina que viajó por el país asiático con su bici plegableFloral Zu posando con su bicicleta en Japón. Foto Floral Zu.

      Floral Zu va a todos lados con su bicicleta plegable. Sin exagerar. Además de usarla para moverse por Buenos Aires, la bici es su gran compañera de viajes, con la que llegó a varios destinos del mundo; entren ellos, a Japón

      La fotógrafa y diseñadora gráfica encuentra en este medio de transporte la posibilidad de conectarse con la naturaleza aunque esté en plena ciudad, conocer culturas desde otro lado y, sobre todo, libertad.

      Su primer viaje sobre dos ruedas fue en 2014 a Brasil. “Surgió la posibilidad de ir afuera y no coincidía con nadie que pudiera ir. Pensé que sola me iba a aburrir, y de golpe, ¡eureka!, m,er di cuenta de que si en Buenos Aires podía estar 8 horas andando en bici sin aburrirme, me la tenía que llevar”, dice Zu en diálogo con Clarín.

      La viajera de la bici plegable en Hiroshima. Foto Floral Zu.La viajera de la bici plegable en Hiroshima. Foto Floral Zu.

      Y aclara: “No soy cicloturista y tampoco me quiero hacer la original. Si hago el esfuerzo económico, de tiempo, me expongo a viajar sola, no quiero estar 6 horas pedaleando en una ruta”. Por eso entre un lugar y otro Zu toma generalmente trenes o colectivos, y usa la bicicleta para salir a conocer una vez en el destino.

      “Mucha gente me pregunta por qué no alquilo una bici. Y no lo hago porque no quiero estar pendiente de tener que volver a una determinada hora. Además, hay veces que llego de noche a las ciudades, y no sé si a esa hora podría encontrar una bicicletería o lugar de alquiler abierto”.

      A la hora de subirse a un avión, la también docente de la UBA pliega a su compañera inseparable, la mete en un bolso y la envuelve con ropa para evitar que se dañe. El espacio no es un problema, ya que al plegarla entra en cualquier equipaje, pero sí tiene que estar atenta al peso que permiten despachar las aerolíneas.

      En 2018 pasó más de 20 días recorriendo Japón. Foto Floral Zu.En 2018 pasó más de 20 días recorriendo Japón. Foto Floral Zu.

      Japón, el destino que la conquistó

      Si bien Zu conoce 32 países, y a varios fue con su bicicleta, su viaje a Japón en noviembre de 2018 se convirtió en un momento bisagra de su vida. “Siempre digo que volví con los ojos más grandes. Tenía un espectro de conocimiento y sensaciones y allá me abrieron una puerta. No había ido a países de oriente, fue mi entrada a una cultura”, asegura.

      Su inspiración en las ciudades japonesas fue tal, que esa aventura que arrancó de casualidad al encontrar una oferta en pasajes aéreos por Facebook, terminó en el libro "Japón desde mi bicicleta" y en una muestra fotográfica homónima, que se expone del 1 al 30 de junio en el Jardín Japonés de Buenos Aires.

      Tomando una foto en Nara, "la ciudad de los ciervos". Foto Floral Zu.Tomando una foto en Nara, "la ciudad de los ciervos". Foto Floral Zu.

      No sabía nada de Japón más que lo que sabemos todos. Fui desde un lado muy virgen y eso creo que fue lo que más me gustó en definitiva. No fui con alguna expectativa en especial, y me voló la cabeza. Estar ahí me abrió una puerta, como a otro universo”.

      Lo primero que le llamó la atención al llegar es que no hay ciclovías. Pero comprendió que en una sociedad tan organizada, no hace falta un carril específico para bicis. Según Zu, los japoneses son tan ordenados y respetuosos que nadie sería capaz de poner en riesgo a otro conductor.

      Durante los más de 20 días que pasó en el país asiático, también le asombró otra cosa: el silencio. “En Buenos Aires me cuesta mucho el tema del no silencio. Creo que en las grandes urbes del mundo es difícil controlarlo. Pero allá me sorprendió. Debe corresponder a esta cultura de la meditación, del respeto por el otro. Además, tienen muchas leyes para que se respete. Por ejemplo en el transporte público no se puede hablar por teléfono o tenerlo en alta voz”.

      Dos geishas sacándose una selfie. Foto Floral ZuDos geishas sacándose una selfie. Foto Floral Zu

      Zu hizo base en la capital del país, Tokio, una ciudad que la cautivó por las diferentes facetas que logran convivir en un mismo lugar. “En plena ciudad tenés un torii, esos arcos naranjas que simbolizan el pasaje de lo mundano al mundo espiritual, y de golpe, una calle repleta de neones, ruido. Caminas un poco más, y hay estatuas de buda. Todo convive. Es la vanguardia pura entremezclada con la tradición”.

      Kioto es su otra metrópolis predilecta del país del sol naciente, donde predominan antiguas costumbres. “Por la calles se pueden ver geishas y las típicas casas de construcciones sencillas de una planta, de madera. Mi sensación es que da la posibilidad de conocer cómo fue Japón siglos atrás”.

      Otro de los destinos que conoció es Nara, al cual le dedica un capítulo de su libro. El lugar es conocido como "la ciudad de los ciervos", ya que es muy común ver a estos animales en la puerta de tiendas y comercios buscando comida.

      Una de las imágenes que se exponen hasta fines de junio en el Jardín Japonés. Foto Floral Zu.Una de las imágenes que se exponen hasta fines de junio en el Jardín Japonés. Foto Floral Zu.

      Pero sin dudas el destino que más la marcó en Japón fue Hiroshima, lugar donde se arrojó la primera bomba atómica, el 6 de agosto de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial. “Estando allí se me puso la piel de gallina. Siendo amante de la historia, solo podía pensar que estaba en el sitio donde ocurrió un evento definitorio del siglo XX. Allí está el edificio en el que cayó la bomba, del que aún queda la cúpula y los andamios”.

      Durante años en Japón debatió si había que tirar esos restos para olvidar el daño que causó, o si debía permanecer en pie para que la humanidad no olvidara lo que puede provocar una guerra.

      “El resto de la ciudad se reconstruyó por completo. Jamás te imaginarías que pasó lo que pasó. Japón me hizo llegar a muchas conclusiones, que son enseñanzas”, reflexiona Zu. 

      Y a cualquier viajero que quiera seguir sus pasos y recorrer el mundo en bicicleta, Zu le recomienda que no se olvide de llevar en la valija las herramientas básicas en caso de que haya algún desperfecto técnico, para no quedar varado en algún pueblo. “Es cierto que cargo con mucho peso, pero es el pequeño precio para una felicidad inmensa”.

      La exposición de fotos “Japón desde mi bicicleta”, de Floral Zu, se puede ver hasta el 30 de junio en el Jardín Japonés de Buenos Aires: Av. Casares 3450, de 10 a 18.15 (entrada general, $ 416).


      Sobre la firma

      Catalina Deguer

      cdeguer@agea.com.ar

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