Esa creencia que parecía sacrosanto de la gratuidad absoluta de todos los contenidos periodísticos publicados en la Web, comienza perder lentamente el halo que la hacía parecer eterna. El histórico y ahora algo decadente “The Washington Post” anunció desde sus propias páginas que “probablemente comenzará a cobrar por sus artículos en Internet a mediados del año próximo”. Reticente al cobro en principio, ahora los exploradores de nuevos modelos de negocios del emblemático medio que dio a luz el Watergate, no han encontrado nada nuevo, pero sí han decidido copiar el esquema de su histórica competencia, The New York Times, que cobra a quienes leen más de 10 artículos online por mes. Ya tienen 600 mil suscriptores . También cobra por sus contenidos The Wall Street Journal, y lo mismo practica The Financial Times.
Las tribulaciones financieras del Washington Post son paralelas a una decisión que ya tiene un lustro, y que iba contra una corriente que ya no parece detenerse. Sus ejecutivos habían decidido no invertir en la Web, o hacerlo a baja escala. The New York times hizo lo opuesto y su página Web atrae cada vez más lectores dispuestos a pagar.
Lo que terminó de convencer a los cerebros de The Washington Post es el hecho irrefutable de que su rival neoyorquino no perdió lectores en papel en términos significativos. La estrategia de The New York Times a priori aparece paradójica, porque pagan precisamente los que más artículos leen. Podría interpretarse como un castigo.
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