Noticias hoy
    • Miércoles, 27 de marzo de 2024
    En vivo

      En el final, Quilmes puso las cosas en su lugar con River

      River, con un gol de Cavenaghi, ganaba sin merecerlo. Pero casi sobre el cierre, Telechea selló el 1-1.

      Redacción Clarín
      04/09/2011 03:03

      Si River hubiera ganado, habría sido un premio demasiado grande. En la previa, Quilmes asomaba como un adversario exigente, una buena medida para saber si River será realmente el cuco que muchos imaginan en la B Nacional. Y el desarrollo confirmó no sólo que Quilmes estuvo a la altura del partido, sino que lo superó durante buena parte del juego. Mostró, también, que River tiene muchísimo potencial individual, pero que deberá rendir una cuantas materias colectivamente para transformarse en un equipo confiable. Hoy es un conjunto que inspira más temor en los rivales por los nombres con que cuenta que por el fútbol que exhibe . Por lo pronto, Quilmes evitó que siga con puntaje ideal y le dio un baño de realidad: los apellidos fuertes no siempre le serán suficientes para sumar de a tres y mucho menos para que los partidos no se le vuelvan una incomodidad.

      Quilmes jugó con una intensidad que River no supo resolver en ningún momento. La presión que ejerció sobre los defensores y el mediocampo resultó un problema para River. Al igual que en los partidos anteriores, River dejó al desnudo las enormes dificultades que tiene para salir jugando desde el fondo. Se nota que la intención es la de progresar a través del juego asociado, sin revolear la pelota. Pero las limitaciones técnicas están atentando contra esa búsqueda : se perciben dificultades en el manejo de la pelota y entonces le cuesta demasiado superar las líneas de presión rival a través del toque.

      Quilmes tuvo a su favor el infatigable despliegue de sus jugadores, pero también contó con la complicidad de Pablo Lunati, quien dejó pegar demasiado. El árbitro debió haber expulsado por doble amarilla a Lucas Rimoldi y también a Juan Manuel Díaz, quienes cometieron sendas infracciones fuertes estando amonestados. Y antes del final le perdonó la vida a Fernando Telechea, el autor del gol del 1 a 1 en el descuento, quien le pegó un codazo a Cristian Ledesma y lo dejó con la cara ensangrentada. En realidad, Lunati no tuvo una buena tarde porque en el primer tiempo tampoco cobró un penal contra Juan Manuel Díaz. En esa jugada tampoco contó con la ayuda del asistente Gustavo Rossi, con mejor perspectiva para ver la jugada.

      Pero, más allá del mal arbitraje de Lunati, Quilmes lo complicó a River porque además Domingo debe haber jugado el partido acaso más flojo de su carrera; porque el trabajo de Carlos Sánchez fue discontinuo; porque el pibe Lucas Ocampos estuvo muy por debajo del nivel de los partidos anteriores; y porque la rápida salida de Luciano Abecasis por lesión le restó posibilidad de salida por la derecha.

      Así y todo, River estuvo a tres minutos de quedarse con el triunfo. Y así como difícilmente vaya a ganar los partidos sólo con la camiseta, los rivales también empezaron a tomar nota de que cada error les puede costar un gol por la jerarquía de su ataque. Quilmes quedó mal parado en una jugada y Aguirre (de buen partido) lo dejó solo a Cavenaghi para el primer gol desde su vuelta. Alejandro Domínguez también regaló su sello distintivo en algunas jugadas, pero a River no le alcanzó. Y el empate postrero le dejó una sensación de pesadumbre.