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      El kirchnerismo les soltó la mano a los dos

      Como consecuencia de la feroz interna de Cogorno y Molina, Racing perdió el apoyo del Gobierno y también aportes económicos.

      El kirchnerismo les soltó la mano a los dosCLAIMA20130925_0056 Otros tiempos. Junio de 2009: Néstor Kirchner saluda a Grazzini y al resto del plantel en la cancha de Racing.
      Redacción Clarín

      Siempre fue particular la relación de Racing con el poder político. Sólo alcanza con viajar en el tiempo, a la construcción del Cilindro de Avellaneda, gracias a la inestimable participación del por entonces ministro de Hacienda del gobierno de Juan Perón, Ramón Cereijo, hincha del club. El último vínculo con el poder que se recuerda en Racing es con el actual gobierno, desde la etapa de Néstor Kirchner. La foto que ilustra la crónica es un fiel reflejo: se lo ve al ex presidente sonriente, charlando con los jugadores; más atrás, fuera de foco, la plana mayor de la dirigencia tratando de dibujar la mejor sonrisa posible. Había un nexo indiscutible.

      Pero hoy, tras la feroz interna en la cúpula dirigencial, el kirchnerismo le soltó la mano a Racing.

      La relación del kirchnerismo con Racing data de años. Muchas figuras de las filas del Frente para la Victoria se acercaron al club “para abrir puertas”. Por ejemplo, el nombre de Carlos Granero fue una constante durante el primer mandato de Rodolfo Molina. ¿Cómo es la situación en la actualidad? Prácticamente inexistente: el grupo inversor sólo tiene a Iván Pillud dentro del plantel. Lejanos quedaron los tiempos de Giovanni Moreno y Teófilo Gutiérrez.

      En los primeros meses de la gestión Molina, la relación gozó de su mejor momento. Racing tenía bloqueado el CUIT en la AFIP. Una rápida gestión de un hombre cercano al poder permitió el desbloqueo. Racing empezaba a sumar beneficios. Otro punto importante en la relación fue la cesión de un predio ubicado en Ezeiza. A mediados de 2009, la propia Cristina Fernández le otorgó a Racing 32 hectáreas, ubicadas enfrente del predio de AFA. Desde las tinieblas, Máximo Kirchner sueña con construir una gran concentración en el lugar. “Llama sólo para preguntar qué pasó con los terrenos”, afirman. Los molinistas aseguran haberlo visto pocas veces. Hoy por hoy, ya no hay llamados de Máximo y, además, las obras no avanzan por problemas ambientalistas.

      Gastón Cogorno, actual presidente, también vivió un romance con el kirchnerismo, aunque más efímero. En el club cuentan que su único logro con los K fue conseguir que una empresa de electrodomésticos le pague 200 mil pesos por prestar el estadio para un evento.

      Una fuente cercana al poder nacional reconoció que existe un distanciamiento. “Los políticos están corridos. Nadie quiere quedar pegado”, dijo por lo bajo. En estos momentos, el Banco Hipotecario -sponsor acercado por Diego Bossio, titular de la ANSES e hincha académico- le pasa a Racing la mitad del dinero (1,8 millones de dólares) que en momentos pasados le supo otorgar. ¿Por qué bajó? “Nos dijeron que era una cuestión económica”, explican en Racing.

      Existe un hecho curioso, casi risueño, que grafica a la perfección el estado de la unión Racing-Gobierno. Un spot publicitario del Frente Cívico y Social, de Margarita Stolbizer, se realizó en la cancha de Racing. Al observar lo que la pantalla del televisor le devolvía, un furioso Julio Alak -ministro de Justicia y Derecho Humanos, y también racinguista -, levantó el teléfono y recriminó a un alto directivo: “¿Ustedes son boludos o se hacen?”. De todos los kirchneristas, Alak es el más fanático. Para la final de la Supercopa de 1988 viajó a Belo Horizonte con monedas en los bolsillos. Igual, se las ingenió para entrar a la cancha y para abrazarse con los jugadores. Alak era el que más puertas abría.

      “Cogorno y Molina cayeron en desgracia para el kirchnerismo”, dice la fuente cercana al poder. Así anda Racing hoy, a los tumbos, desangrándose solo. Y sin el gran apoyo político de antaño.