Los pasajes secretos de Palermo: dónde están y qué cuesta vivir allí

Son calles tranquilas, angostas, donde pasan pocos autos y hasta pocos peatones. Ideales para quienes buscan tranquilidad sin alejarse de la Ciudad, incluso permaneciendo cerca de comercios y medios de transporte.

En Buenos Aires hay medio millar de pasajes, esas calles que pasan desapercibidas para la mayoría y que invitan a relajarse en medio de tanto trajín urbano.

Uno de los lugares donde hay varios pasajes “secretos” es Palermo Viejo, o Soho, según la denominación adoptada en los últimos años por los desarrolladores inmobiliarios. Aquí, una pequeña guía para saber cuánto cuesta vivir allí.

Lo que cuesta vivir en uno de los pasajes secretos de Palermo y dónde están

Antes que nada, recordar algunas de las principales ventajas de preferir una casa o departamento en un pasaje. Estas las enumera la inmobiliaria Migliorisi:

• Menos tráfico y contaminación acústica, lo que aumenta la privacidad y la seguridad. Además, puede haber menos entrometidos o extraños caminando por el área circundante.
• Algunos pasajes pueden tener edificios idénticos que ofrecen mejores vistas, mejor acceso, mejor circulación del aire y más luminosidad. Dependiendo del proyecto, también puede haber una mayor jerarquía.
• Algunos pasajes y calles cortadas son muy hermosos y únicos, con arquitectura interesante y detalles que pueden ser atractivos para algunos residentes.
• En algunos casos, los pasajes y calles cortadas pueden estar cerca de lugares emblemáticos como bares, plazas o estadios, lo que aumenta el nivel de seguridad y la actividad comercial en el área circundante.

En Palermo Soho, varios pasajes, en su mayoría flanqueados por casas bajas, alojan propiedades cuyos valores están por encima de los de otras zonas del mismo barrio.

Uno de ellos es el Pasaje Russel, dos cuadras que corren entre Thames y Gurruchaga. Un cartel advierte que allí solo pueden ingresar los vehículos con acceso a las cocheras de las casas y otro que la velocidad máxima es de diez kilómetros por hora en esta calle asfaltada, de veredas muy angostitas.

El nombre del pasaje refiere a Oliverio Russel, marino escocés detenido por los británicos durante las Invasiones Inglesas. De regreso al país, en 1814, secundó al almirante Guillermo Brown. Una ordenanza de 1904 impuso la denominación.

En el Pasaje Rusel una casa de 170 m2 cubiertos (40 descubiertos), con tres dormitorios, dos baños y dos cocheras distribuidos en dos plantas aparecía en los avisos a US$ 495.000 para su venta.

Paralelo al Russel, el Pasaje Santa Rosa ofrece otras dos cuadras de tranquilidad, con casas bajas que flanquean una calle muy angosta, de antiguo empedrado.

Conocido como Hamilton hasta 1904, cuando recibió su actual denominación, recuerda a Santa Rosa de Lima o a la actual capital de la provincia de La Pampa.

Sobre el Santa Rosa un propietario ofrece en alquiler temporario un departamento de dos dormitorios y un baño (50 m2) por US$ 950 mensuales.

Otro pasaje de Palermo Soho es el “histórico” Soria, una cuadra y media entre Gurruchaga, Serrano y unos metros más hasta una pared que marca su final. Sus casas de colores están muy cerca de la plaza Serrano, uno de los lugares más concurridos del barrio.

Es probable que el nombre haga referencia a Pablo Soria, explorador del río Bermejo hacia 1828. Recibió esa denominación en 1904, porque hasta entonces era conocido como Grau.

En las cercanías del Soria ofrecen un departamento de 12 años de antigüedad, un dormitorio, dos baños, cochera y jardín de invierno distribuidos en 128 m2, por US$ 385.000.

Entre Gurruchaga y Serrano también está el Pasaje Coronel Cabrer, donde hay casas bajas, algunas decoradas con murales y otras con densas enredaderas sobre sus paredes.

Desde 1904, su nombre recuerda al coronel José María Cabrer, ingeniero español que llegó al Río de la Plata en el siglo XVIII para dirimir un litigio de límites con Portugal y que luego fue asesor durante la Guerra del Brasil. Antes, la calle se llamaba Jefferson.