Matilde Landeta: se conmemora a una pionera del cine mexicano en el día de su cumpleaños

El 20 de septiembre de 1913 nació Matilde Soto Landeta, una de las directoras de cine mexicanas más aclamadas de todos los tiempos. Fue pionera durante la Época de Oro del cine, con películas clásicas como Lola Casanova, Trotacalles y La negra Angustia.

La primera de estas películas marcó un hito en la historia del cine mexicano: fue el primer largometraje dirigido por una mujer, estrenado en 1948.

Debido al importante significado de su obra, tanto para el feminismo como para los derechos de la mujer en una industria como la cinematográfica, su nombre fue uno de los más buscados en Google Trends.

Matilde Landeta: cómo le fue en Google Trends

En Trends, el término "Matilde Landeta" se ubicó en el primer puesto durante el 20 de septiembre, por amplia diferencia. Comenzó a crecer exponencialmente durante las primeras horas del día, con un pico cerca de las 3 de la mañana.

Además, otras búsquedas relacionadas presentaron un aumento, producido principalmente por el crecimiento de esta tendencia. Las principales fueron "Matilde Landeta biografía" y "Matilde Landeta frases". Por otro lado, las provincias donde más se buscó el nombre de la directora fueron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, La Pampa y Buenos Aires.

Matilde Landeta: quién fue y cuáles son sus películas más famosas

Matilde Soto Landeta nació el 20 de septiembre de 1913 en la Ciudad de México. Perteneciente a una familia burguesa, a sus 13 años murió su madre y fue trasladada a la casa de su abuela materna en San Luis Potosí para que continuara con su crianza.

A los 14 años descubrió su pasión por las películas después de ver la película Old San Francisco de Alan Crosland durante un viaje a los Estados Unidos. Sin embargo, tuvo que luchar contra su propia familia y la industria patriarcal para cumplir su sueño como directora.

Lola Casanova (1948) la coronó como una de las primeras directoras del cine mexicano. Luego continuó su recorrido con La Negra Angustia (1949) y Trotacalles (1951). A pesar de sus grandes logros, le impidieron continuar trabajando en el cine mexicano, por lo que se tuvo que mudar a Estados Unidos para seguir escribiendo y dirigiendo.