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      Lo mejor de Christian Dior en una muestra fascinante

      Retrospectiva de la marca francesa en el Victoria & Albert Museum. Entrevista exclusiva a su curadora, Oriole Cullen.

      Lo mejor de Christian Dior en una muestra fascinanteFoto: Piers Calvet / desde Londres
      Redacción Clarín

      Quería ser considerado un buen artesano. Quería que sus vestidos se construyeran como edificios, moldeados según las curvas de la forma femenina, estilizando su silueta. Creía en las revoluciones indirectas, producto de la naturalidad y la franqueza. Solía sostener, precursor, que “un vestido es una pieza de arquitectura efímera”.

      Siempre hubo en sus expresiones sustento, sustancia. Un por qué y un para qué, no solo una producción material. Había gestión simbólica que, con la elección de sus texturas, las decisiones de sus formas y el delinear de sus conceptos impactó en la lectura del universo que lo cobijó.  “En última instancia –dijo alguna vez Christian Dior, todo lo que sé, veo o escucho, cada parte de mi vida, gira en torno a la ropa que creo.” De hecho, su conceptualización de la fragancia Miss Dior se inspiró en su hermana menor. Catherine fue heroína de la resistencia francesa, sobrevivió al campo de concentración de Ravensbrück.

      Su revolucionaria lectura del género y de los géneros se combinó desde la presentación de su primera colección en 1947 para transformar el significado de la moda y arte de su tiempo. Su cetro como portador de tendencias revolucionó la sociología de la industria y de su época.  El universo Dior, hoy, se exhibe en el Victoria & Albert Museum de Londres.

      Oriole Cullen, es la curadora de textiles modernos y moda del V&A, y ha tenido a su cargo el reto de organizar los 500 objetos (entre ellos 230 vestidos) que componen la propuesta. Nació en Dublín, se unió a V&A en 2OO6, después de estudiar la historia de la vestimenta en el Instituto Courtauld y trabajar en el Museo de Londres como curadora de vestimenta y artes decorativas.

      La curadora Oriole Cullen continuó con trabajo realizado en la exposición Christian Dior, couturier du rêve, de París, e incorporo su historia en Gran Bretaña.La curadora Oriole Cullen continuó con trabajo realizado en la exposición Christian Dior, couturier du rêve, de París, e incorporo su historia en Gran Bretaña.

      V&A tiene una larga tradición en vincular la moda con el arte. ¿Por qué cree que esa tendencia debería continuar?

      La moda siempre se ha inspirado en el arte, pero creo que hoy hay una influencia mutua. En los últimos años hemos visto muchas colaboracionesde esta naturaleza. Desde que comencé, la evolución de los museos ha sido rotunda. Los curadores de mayor edad pasaban mucho tiempo con los objetos para estudiarlos. Es muy inspirador hablar con alguien que ha pasado toda la vida mirando sedas del siglo XVIII, porque puede relatar, desde ellas, la prácticas sociales en la gestión completa de su producción, permite interpretar la época de la que datan. Pero también es importante hacer emerger ese saber al público, para compartir lo que aprendemos puertas adentro.

      ¿Qué nos dice la moda de Dior sobre su tiempo?

      En 1947 cambió el rostro de la moda con su “New Look”. Redefinió la silueta femenina y revitalizó la industria de la moda parisina de posguerra. Tanto la nostalgia en el enfoque estético como el progresista, la influencia del diseño innovador y experimental de Dior fue omnipresente y ayudó a definir una era. El, que defendió el arte y la artesanía de la alta costura en un contexto defabricación en masa cada vez mayor, combinó una perspicacia comercial astuta y el oportunismo con un talento creativo asombroso. Se pueden recorrer las experiencias de quienes lo siguieron: desde los atrevidos diseños de Yves Saint Laurent hasta el estilo racional de Marc Bohan, la extravagancia de Gianfranco Ferré, laexuberancia de John Galliano, el minimalismo de Raf Simons y la visión feminista de la moda de Maria Grazia Chiuri. La exposición muestracómo cada artista se ha mantenido fiel a la visión de Dior, al tiempo que aportó su propia sensibilidad creativa para garantizar que se mantuviera a la vanguardia de la moda actual.

      La Princesa Magarita, by Dior.La Princesa Magarita, by Dior.

      ¿Cuáles son las particularidades en la tarea de curar la moda?

      Trabajar en un museo es, de alguna forma, un servicio público y a veces, hay trabajos muy poco atractivos. Hay mucha repetición y rutina para enriquecer la colección o añadir valores de prestigio del museo. Esta es una disciplina en formación, donde estamos aprendiendo de los colegas que nos preceden. Es increíble admirar objetos, ya sea un producto textil del siglo XIX, un vestido de Balenciaga o calzones para hombres, tener esa evidencia y pensar que sobrevivió y que lo hará mucho después de que el usuario esté muerto. Es muy conmovedor.

      Un modelo de Dior por John Galliano (2008).Un modelo de Dior por John Galliano (2008).

      ¿Cómo han trabajado en esta exhibición?

      Fuimos increíblemente afortunados de continuar con el trabajo de Florence Muller y Olivier Gabet, que curaron la exposición Christian Dior, couturier du rêve, en París. Queríamos agregar una sección que resonara ennuestra audiencia local, por lo que investigamos e incorporamos la historia de Dior en Gran Bretaña. Trabajamos estrechamente con nuestropropio archivo, el de Dior Heritage, y varios otros museos y coleccionistas para adaptar la narrativa e incluir aproximadamente el 60 % de contenido nuevo para ilustrar estos temas y brindar una experiencia única. Hemos podido reunir más de sesenta trajes de Dior que no se mostraron en París. Los vestidos incluyen los que una vez usaron la bailarina Margot Fonteyn y la escritora Nancy Mitford.

      ¿Qué pieza le resulta imperdible?

      El V&A recibió recientemente un traje de lana azul marino inmaculadamente diseñado para Jean Dawnay, más tarde la princesa Galitzine lo modeló en el primer espectáculo de Dior en Londres, en el Savoy, en 1950. Ya teníamos una foto de esa pasada. Más tarde, descubrimos un boceto de Dawnay modelando el traje realizado por el ilustrador de moda Francis Marshall. Para nosotros tener las tres fuentes diferentes juntas ofrece maneras superpuestas de apreciar la prenda, la construcción, el ajuste y el acabado del traje real. Sin dudas, otra de nuestras joyas es el vestido que vistió la princesa Margarita, la hermana de la reina Isabel. Lo lució en su cumpleaños número 21, en 1951. Revela tonos amarillentos mucho más sutiles que la visión fotográfica que mostramos a su lado, del fotógrafo Cecil Beaton, quien retocó los colores.

      Un boceto de Dior para la Colección Otoño-Invierno 1950 de alta costura.Un boceto de Dior para la Colección Otoño-Invierno 1950 de alta costura.

      ¿Cómo realiza usted la curaduría de su guardarropas personal?

      Casi siempre uso vestidos. Son sencillos. Si de pronto tengo una reunión importante, puedo simplemente colocarme tacones. Tengo un par de stilettos negros de Saint Laurent en el cajón de mi escritorio, junto con lápices de labios nude de NARS, Chanel y Charlotte Tilbury. Debo asegurarme de estar siempre presentable. Hay muchos malabares que hago a diario: puede que esté trepándome a una escalera, moviendo cajas por la mañana, trabajando todo el día y luego asistiendo a una velada muy glamorosa, por lo que siempre debo estar preparada. Me he impuesto andar liviana. De hecho, tengo rechazo por los grandes bolsos. Ahora sólo llevo lo que entra en mis bolsillos. Es muy liberador.


      CS