Malestar en el PJ: Cristina y Máximo no aparecen pero piden al GBA que movilicen para el paro

Nadie sabe bien si Javier Milei lo hizo a propósito. Si fuera así, habría que reconocerle un talento político que muy pocos le atribuían hasta que llegó a la Presidencia. Pero en la práctica, su decisión de "ir a la guerra y por todo" con su DNU y la Ley Omnibus, dejó a buena parte del peronismo pedaleando sin cadena.

"Nadie ordena nada. Antes pasaba lo mismo, pero eramos gobierno. Ahora estamos patas para arriba. Ya pasaron casi tres meses de la derrota y no logramos reorganizarnos. El único ganador fue Kicillof pero no tiene poder territorial y no le gusta o aún no aprendió a conducir. Además, a casi todos nosotros nos separa del gobernador una desconfianza que será muy difícil de superar. Nos destrata", le dice a Clarín, una parte por mensaje de vos y otra por comunicación telefónica, uno de los jefes del PJ más poderosos de la Provincia.

Para los jefes comunales del Gran Buenos Aires, el Gobernador la "pifia feo" con esa estrategia de convocaciones multisectoriales que organizó en varios municipios.

En esas reuniones, casi no van los intendentes. "Se la copó Baradel y los kirchneristas de la CTA. Espantan a nuestros votantes. Deberían convocar a las instituciones barriales más independientes que realmente sufren las políticas de Milei", señala otro líder, de la Primera Sección.

Al recelo con Kicillof, "hay una cuestión de piel, como con La Cámpora" coinciden varios jefes locales, se le suma el cono de silencio que eligió la familia Kirchner.

En el PJ provincial, compartido por algunos mandatarios provinciales, sienten que apareció un callo donde subyace el malestar tanto hacia Cristina como hacia su hijo Máximo.

"No aparecen. No dan la cara. No hablan con nadie, salvo por medio de sus mensajeros de siempre. Eso sí, siguen bajando línea como si hubiesen ganado algo. A Massa lo queríamos más, era una salida, pero la verdad es que sospechamos que a través de él, Cristina haya pactado con Milei. Es muy raro que en AySA y Ferrocarriles siga toda la gente de Sergio y que Cristina no diga una palabra pública sobre el desastre económico que dejó la devaluación que hicieron los libertarios, más allá del lastre que dejamos nosotros que también es absolutamente cierto", opina con cierta bronca un intendente que tuvo que aumentar las tasas municipales más del 100% para seguirle el paso a la inflación pero teme que crezca la morosidad y le baje la recaudación.

Hace pocos días, casi a último momento, Kicillof salió a bancar el paro de la CGT de este martes. El acompañamiento lo hizo, aseguran, no tanto por estar convencido sino por pedido de Cristina. Ese mismo pedido habría llegado a varios municipios, con diferente interlocutores.

El más entusiasmado para convencer a los jefes del Justicialismo a movilizarse fue Ferraresi. Aunque en el PJ creen que la repentina conducta de barricada del jefe de Avellaneda responde más a su cargo de vicepresidente del Instituto Patria que al de intendente opositor.

"Ferra tiene muy en claro que pegarse a Moyano y a la CGT es jugar para el Gobierno, por eso se adelantó con una marcha en su municipio y operó a los medios amigos para que cubran", subrayan.

En algunos chat que compartieron varios de ellos, pocos fueron los que confirmaron que van a movilizar. Y si lo hacen, no habrá banderas identificadoras de ninguna comuna. Tampoco nombres de las conducciones locales.

"Nadie quiere quedar expuesto. Esto debería haber salido del PJ en su conjunto y no de Pablo Moyano con los Gordos de la CGT, que no hicieron nada durante varios y ahora salen espantados para cuidar sus cajas sindicales. Es un error porque el liderazgo de un rechazo que sí sienten muchos de nuestros votantes por la situación económica se diluye por un rechazo aún mayor por los que convocan", se lamenta otro jefe comunal del Sur del GBA, que estuvo muy cerca de los K y se animó a tomar distancia.