La Aduana, bajo estricto control K

Con el alejamiento de Silvina Tirabassi de la Aduana, luego de una pelea a gritos con el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, el kirchnerismo puro tomó todo el control en el organismo que decide qué sale y entra del país. Tres de los cinco directores que quedan ahora en la Aduana fueron colegas de Echegaray desde los remotos tiempos en que comenzó a trabajar en Santa Cruz junto a Néstor y Cristina Kirchner.

Luego de meses de tensión Echegaray logró desplazar a Tirabassi y ahora se espera la oficialización de su reemplazante, María Siomara Ayeran. Fue imposible conocer la versión oficial sobre los motivos de este recambio.

Tirabassi formó parte hasta 2008 del círculo íntimo de Echegaray. Tanto que fue designada para sucederlo en la Aduana luego de su pelea con el ex jefe de la AFIP, Alberto Abad. Testigos de la relación aseguran que el vínculo se rompió a los pocos meses. Y que el alejamiento “llegó al punto de no dirigirse la palabra”. “Echegaray desplegó desde entonces una política de neutralización de la Aduana.

La ninguneó”, agregaron.

Echegaray ya colocó a tres leales en la Aduana. Silvio Minisini llegó desde Santa Cruz al área de Control Aduanero, y lo mismo sucedió con César Balceda, quien hoy se ocupa de Operaciones en el Interior. Para el Area Metropolitana, Echegaray designó en 2008 a Daniel Santanna. En 2004, Santanna también había trabajado junto con Echegaray, pero debió ser removido al año: la justicia criticó su accionar en el resonante caso de las valijas de Southern Winds.