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      ¿Qué hace un sireno en una pelopincho?: escenas de delirio creativo en La Boca

      • La obra "Las húmedas fabulaciones de un sireno" busca ampliar las relaciones entre danza, artes visuales y música.
      • Es parte del cliclo "Temporada alta" de Proa21 que incluye 4 propuestas experimentales, con entrada gratis.

      ¿Qué hace un sireno en una pelopincho?: escenas de delirio creativo en La BocaEn acción. "Las húmedas fabulaciones de un sireno" en Proa21. Gentileza Proa21

      En el rectángulo de una pelopincho, su cola de sireno deja una estela de agua roja sobre el asfalto. Frente al Riachuelo, como un desafío o una emulación, ese espacio pequeño de agua aprisiona a un ser imposible y propone por un instante el inicio de una fábula. Cuando logra salir de ese recipiente del que parece querer liberarse y se arrastra por el suelo para golpear el portón de Proa21 la destreza de ese cuerpo nos instala en la indagación por otras formas de movimiento.

      Damián Sabán es el performer y bailarín que ofrece su cuerpo a la mutación en Las húmedas fabulaciones de un sireno.

      El vestuario de Ale Baamonde obliga a otra calidad de desplazamiento al convertir el cuerpo en una pieza de escamas que devienen en la morfología de un sireno.

      Luz y movimiento. "Las húmedas fabulaciones de un sireno" en Proa21. Gentileza Proa21Luz y movimiento. "Las húmedas fabulaciones de un sireno" en Proa21. Gentileza Proa21

      Es entonces cuando la dimensión de lo fantástico que sucede en el comienzo de la noche, con el jardín de Proa 21 como escenario, suscita una narrativa de las contorsiones.

      En el montaje que realiza Ana Gurbanov se establece una relación poética y a la vez conflictiva entre imagen y movimiento, una correspondencia alucinada, casi onírica, que se concreta en una depuración de los materiales, en un proceso de síntesis que desata en el público un imaginario incandescente.

      La aleta del sireno golpea en otro rectángulo más amplio de una lona tendida sobre el pasto donde el agua es ínfima pero contundente, suficiente para salpicarnos.

      Sabán lanza unos sonidos cerca del micrófono que parecen ser el lenguaje de un ser acuático que comienza a convivir con los humanos pero que tiene su diafragma atragantado por litros de agua.

      Carmen Baliero está a cargo de la tutoría de esta propuesta del ciclo Temporada Alta de Proa 21 que brinda a 4 artistas la posibilidades de investigar en ese sitio mágico e histórico de su jardín -allí se reunía el grupo El Bermellón a comienzos del siglo pasado-, el propósito no es generar una obra acabada sino utilizar los recursos de la performance como un tránsito creativo que articula mundos disímiles.

      Los registros están allí para componer piezas que no se ajusten a una disciplina sino que amplíen los recorridos de la danza, el teatro, la música y las artes visuales.

      "Las húmedas fabulaciones de un sireno" en Proa21. Gentileza Proa21"Las húmedas fabulaciones de un sireno" en Proa21. Gentileza Proa21

      Mitos al acecho

      En Las húmedas fabulaciones de un sireno, hay un ritmo, una sonoridad que no se expresa únicamente en la música de Camilo Ortiz. De hecho, su intervención tiene una factura visual atrapante enmarcada en esa camioneta desde la que el artista ejecuta los sonidos de su computadora.

      La musicalidad puede identificarse en toda la edición de la performance, en la disposición del espacio, en la presencia del fuego, en el modo en que el cuerpo del performer se convierte en un territorio donde se moldean unas tetas con arcilla que después se destruyen.

      El diálogo entre el espacio es el material a indagar, el territorio común para los 4 proyectos de este verano. Ya se realizó la apertura pública de la propuesta Toca Misterio de Celia Argüello y luego vendrán los trabajos Boca desborde bermellón de Hugo Martínez y Noelia Morales y Cerdas, de Ariel Inversinizzi y el grupo Aro.

      La propuesta tiene un tratamiento donde el movimiento y la imagen construyen una enunciación implacable en los cuerpos tanto de Sabán como de Cristian Bonaudi y Francisco Benvenuti que se suman como el componente humano capaz de generar otras formas de desplazamiento, de trasladar y de moldear a ese sireno, de intervenir sobre él, incluso de intentar dominarlo.

      Las luces de Tefa Piotrkowski son determinantes para leer la escena. Provocan una transformación en el espacio que sorprende y que ensambla otras situaciones como si siempre tuviéramos que dudar de la esencia de los hechos porque una tonalidad nueva puede jugar con las apariencias de la escena, discutirla o simplemente llevarnos a otra perspectiva.

      En esa noche donde el cielo prometía una tormenta que jamás ocurrió pero que podría haberse deleitado con esta criatura anfibia dispuesta a cuestionar con su aleteo todas las variedades de lo humano y lo animal, devenida en mutación fabulosa, como si ese jardín hiciera posible una ficción incipiente que se cuenta desde la poesía, era imposible no pensar en Nestor Perlongher y su construcción del neobarroso como la captura del barroco desde las aguas turbias del Río de La Plata.

      Qué mejor síntesis entre una literatura que se manifiesta en esas aguas contaminadas por la arcilla -materia creativa tan artesanal que sus cultores son a la vez obreros y artistas- una musicalidad que sucede como dramaturgia, unas imágenes que son el soporte visual de un poema y la performance como el hilado desvariado, roto, suturado y brillante donde la figura del Riachuelo (resignificada y desmarcada, convertida en una fábula trans en un sentido amplio, ligado al género pero también a lo humano y lo animal, a lo real y lo mitológico) es la síntesis que contiene una historia visual y literaria donde el cuerpo se propone como la materia de unión y de conflicto.

      El cuerpo es, una vez más, el lugar de lo contemporáneo donde los mitos están al acecho.

      Las húmedas fabulaciones de un sireno se repite el sábado 17 a las 19. El 24, 2 y 9 de marzo llega Boca desborde bermellón y finalmente Cerdas, los 16, 23 y 30 de marzo. En Proa 21, Av. Pedro de Mendoza 2073, con entrada libre.

      JS


      Sobre la firma

      Alejandra Varela

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