Odino Faccia: el músico argentino que escribió canciones con dos Papas y puede ganar el Premio Nobel de la Paz

Una carrera musical exitosa, dos hijas de las cuales estar orgulloso, compartir autoría con el Papa Juan Pablo II y el Papa Francisco, representar al país, usar la música como expresión humanitaria para impulsar la paz y promover valores y, como si fuera poco, tres candidaturas oficiales al Nobel de la Paz.

Algo así diría un resumen de la hoja de vida de Odino Faccia, el cantante argentino que -a sus 49 años- este viernes 6 de octubre podría convertirse en ganador del Premio Nobel de la Paz y ser así el primer intérprete en la historia de nuestro país en conseguir este reconocimiento mundial.

“Todo esto que pasa es un recorrido de muchos años, de mucho trabajo, mucha constancia, perseverancia y entender que la música es una gran herramienta”, cuenta emocionado y ansioso Odino Faccia en su paso por la redacción de Clarín.

Al principio no fue fácil. Para vivir de la música, en 1998, se fue a probar suerte a Italia, el país natal de sus padres. Allí, recuerda, durmió en estaciones de trenes, luchó y peleó para poder hacer escuchar su voz. Lo consiguió.

El muchacho que nació en Ensenada, provincia de Buenos Aires, y hoy es un vecino más de La Plata se convirtió en un ejemplo para el mundo. Lleva 20 años promoviendo la importancia de la concientización a través de la música.

Cantando en una peligrosa frontera

Hace algunas semanas, Odino cruzó las fronteras y desafió las tensiones geopolíticas al cantar en la línea divisoria entre Corea del Norte y Corea del Sur, en un acto simbólico de unidad en el marco de la 18 Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz. Otra vez, casi sin darse cuenta, volvió a hacer historia.

“Con la música y en los Conciertos por la Paz, que no son religiosos, tratamos de tocar temáticas y visibilizar muchas dolencias, hablar de valores, de respeto, de convivencia. Eso permite llegar a mucha gente y uno empieza a convertirse en referente, a encontrarse en la mirada del otro”, resalta.

La música lo llevó a cantar junto a Tini Stoessel, Natalie Pérez, entre otros artistas locales e internacionales, y subirse a escenarios frente a líderes mundiales y personas por demás influyentes.

Sin perder un gramo de su esencia, Odino se confiesa admirador de Laura Pausini, “muy intenso y un poco mal hablado”. “Digo muchas malas palabras”, comenta entre risas y algo de vergüenza.

¿Un sueño? “Claro. Cantar con Diego Torres. Tenemos una voz muy parecida y siempre quise cantar con él. Lo estoy buscando, así que si ve esto sería maravilloso”, agrega.

-Ahora bien, ¿cómo se construye el camino para llegar a ser candidato al Nobel de la Paz?

-En ese camino de trabajo y constancia, mucha gente se fue identificando, los Premios Nobel de Paz y ciertos líderes humanitarios me fueron conociendo y dando un lugar. Es maravilloso.

En 2009 Adolfo Pérez Esquivel me dio el galardón “Voz por la Paz en el Mundo”. Ese día me acuerdo que dije: ‘¿Y ahora a dónde voy?’ y Pérez Esquivel me dijo unas palabras que me quedaron grabadas: ‘La gente, la vida, tus objetivos, tus sueños y tus raíces van a hacer que sepas hacia dónde querés ir’”.

-Y la candidatura no fue una, fueron tres...

-Sí. Esta candidatura me llegó a través de la Fundación Gorbachov. Viajé a Italia para oficializarla y ahí empieza todo un compromiso enorme por lo que implica ser un candidato al Nobel de Paz.

-¿Cómo es el día de alguien candidato al Nobel?

-Uff... Un día en mi vida es una montaña rusa. Es muy intenso, no paro un segundo. Es el mundo, porque me ocupo de conectar muchas organizaciones. No tengo horarios por las diferencias horarias entre los países.

-¿Sentís presión por la candidatura y lo que pueda pasar el viernes?

-Sí, este año me están agarrando los nervios. No lo pienso mucho. Siempre los premios y reconocimientos empujan y te impulsan a que sigas adelante, porque te indican que estás haciendo bien el camino.

Escribir canciones con dos Papas

-Compartís autoría con dos Papas: ¿Qué significa?

-Es la primera vez en la historia que un cantante comparte autoría con dos Papas. A Juan Pablo II no lo conocí, pero fui convocado por Benedicto XVI para armar un himno por la paz con letras y prosas inéditas de él. Años después canté en la canonización.

Con Francisco comparto autoría de Para que todos sean uno, una canción que estrenamos hace algunos años atrás un Domingo de Ramos. Es una situación histórica que te lleva a seguir comprometiéndote aún más.

-¿Qué sienten tus papás y tus hijas con estas tres nominaciones y todo tu trabajo humanitario?

-Mis viejos están muy emocionados. Para ellos es soñado, imaginate, siendo inmigrantes.

Mis dos hijas, Fiorella y Valentina, lo toman con más naturalidad. Siempre que les preguntan ellas responden: "Es mi papá". Trato de estar presente en casa todos los días y dedicarle mucho tiempo a mis papás, a mis hermanos, a mi gente. Construyo lo cotidiano con ellos y todo esto que me pasa también es gracias a ellos.

-Si este viernes sucede lo que todos queremos que suceda: ¿cuál va a ser tu primera reacción? ¿Cómo vas a festejar?

-¡Uy..! Primero, un asadazo -se ríe-. Abrazar a mis hijas, a mi familia, a mis viejos. Agradecer muchísimo a todos los que me abrieron puertas, a quienes me pusieron firme en este lugar.

Y haría una revolución de amor y esperanza en el mundo entero, no por el premio, sino porque me habilitaría a tener muchas más herramientas para generar muchísimos más cambios. Si ahora soy intenso, con el premio, ¿sabés qué?

-Los Conciertos por la Paz no son religiosos, pero ¿cómo es tu vínculo con la religión?

-Yo soy católico, creo en Dios, por supuesto. Pero tengo una apertura absoluta en lo que respecta a las religiones. Creo que todos nos encontramos en un mismo punto: la Paz. La Paz es la palabra que nos convoca a todos.

-De argentino a argentino: ¿Cómo fueron esos encuentros con el Papa Francisco?

-Me acuerdo que cuando le llevé las letras para la canción, para que le dé su bendición, me dijo: ‘El arte une, el arte incluye, vos seguí adelante’. Me acuerdo de su firmeza al momento de aconsejar caminos y objetivos. Esa charla me quedó muy grabada, me marcó.

Francisco genera algo muy fuerte cuando lo ves en persona. Te impacta: su humildad y su denotada sensibilidad por el sufrimiento de las personas. Tiene mucha fortaleza a la hora de marcarte objetivos. En mi caso, por ejemplo, fue continuar esta búsqueda de pacificar el mundo a través de la música.

--¿Cuál es tu sueño para el mundo?

-Mi sueño lo construyo día a día, lo trabajo todos los días. Sueño con que todo mi trabajo humanitario confluya en mi música, en eso que intento transmitir: la igualdad, el respeto, la constancia, la convivencia.

Todos esos valores nos construyen como seres humanos y ciudadanos, pero a veces nos olvidamos de ponerlos en práctica. Me gustaría contribuir a disminuir las desigualdades. Me parece que lo que sobra en el mundo es plata, pero abunda el hambre. Son dos absurdos totalmente opuestos. En el medio hay proyectos que no se llevan adelante, que no se practican. Mi sueño es que lo que se diga se haga.

-¿Qué es y qué significa la Paz para vos?

-La Paz es pura acción. Es la representación absoluta de los valores y de su construcción. Es el equilibrio social, es encontrar en la mirada del otro el corazón, la transparencia. La Paz es lo que mantiene los sentimientos puros. Es mirarse a uno mismo y entender qué reflejo nos devuelve ese espejo. Tratar de que salga la mejor versión de uno para con el otro. Amar es pensar en el otro y eso también es la paz.