Vivir con miedo en París, desde Roland Garros hasta la Bastilla: un caza rompe la barrera del sonido y desata el pánico

Los parisinos se estremecieron y angustiaron este miércoles a la 1 de la tarde con un poderosa explosión, que se escuchó en París y en sus suburbios. Cuando todos se comunicaban para saber dónde era y qué había pasado, la fuerza aérea llamó a la calma. Era un avión de combate Rafale, en plena acción de intervención, para acompañar a un avión que había perdido contacto, por lo que había sido autorizado a romper la barrera de sonido sobre el este de París.

La deflagración sonó como una poderosa explosión , que se escuchó en todo París y la Gran Corona. Una inquietud se apoderó de la gente, que teme un segundo atentado tras el ataque a la vieja redacción de Charlie Hebdo.

Florence Parly, ministra de las fuerzas armadas, explicó a la prensa que “el aparato Rafale debía pasar la barrera de sonido para llevar adelante una misión de intercepción”.

Un comunicado de la comandancia de la Fuerza Aérea explicó que las razones para romper las barreras de sonido sobre la Ile de France se debía “a una intervención real para asistir a una aeronave en pérdida de contacto y fue autorizado a pasar la barrera de sonido para ayudar a un aparato en dificultades. La pasó sobre el este de París” dijo.

El Rafale había despegado desde la base operacional de Saint Dizier.

Cuando las líneas de seguridad comenzaron a saturarse con personas inquietas, la prefectura de la policía parisina confirmó por Twitter: "Un ruido muy importante fue escuchado en París y en toda la región parisina. No fue una explosión. Se trató de un avión de caza que franqueó la barrera de sonido. No saturen las líneas de ayuda”.

En febrero del 2019, el pánico se había creado en una situación simular en el departamento de Oise y más de 500 personas llamaron a los servicios de socorro.

Gente aterrada

En la calle la gente respondió este miércoles aterrada. En la Gare de Lyon, en el este de París, hubo gente que corrió y se refugió en los negocios porque el sonido fue enorme y cercano.

Los perros que paseaban los dueños comenzaron a aullar ante el brutal ruido. Todos se llamaban por teléfono para saber que había pasado, desde cada uno de los barrios de París. Algunos edificios temblaron.

En el torneo de Roland Garros, en el oeste de París, el ruido sorprendió a los tenistas Stanislas Wawrinka y Dominik Koepfer que jugaban en singles. Se detuvieron por un segundo, miraron el cielo, se consultaron y siguieron jugando.

Un indicio del estado de ansiedad y miedo que reina en París ante la posibilidad de otro atentado terrorista, que las fuerzas de seguridad no descartan.

París se encuentra en “alerta atentado” tras el ataque a las viejas oficinas de Charlie Hebdo y el juicio a los responsables del ataque a la revista satírica en el 2015 en el nuevo Palacio de Justicia.

París, corresponsal