Es argentina y recorre el mundo trabajando como nómada digital: “Gano entre 400 y 1500 euros por proyecto”

Ella siempre soñó con vivir una experiencia en el exterior y conocer nuevas culturas. Por este motivo, cada decisión que tomó, fue con la intención de lograr su mayor meta: subirse a un avión y recorrer el mundo, conforme a sus palabras.

“Fue una experiencia transformadora, donde me enfrenté a situaciones que jamás hubiera imaginado. Aposté por una realidad diferente y fue tan duro como maravilloso, gratificante como expansivo, y, sobre todo, inspirador”, asegura Magali Fernández Leone en una entrevista con Clarín.

La mujer de 27 años - oriunda de la Provincia de Río Negro - tomó la decisión de emigrar a Italia el 7 de junio de 2022, con la determinación de salir de su zona de confort, descubrir nuevos países y viajar sin límites.

Sus inicios en Argentina

La protagonista de esta historia nació en la ciudad de San Carlos de Bariloche, en la Provincia de Río Negro. A muy temprana edad, descubrió su interés por Italia y la vida en el extranjero.

“Me gradué en un colegio italiano, donde aprendí mucho sobre el país y el idioma. Y desde que conocí la cultura italiana, busqué la forma de migrar y conocer aquel lugar que me cautivó por completo”, explica la argentina.

Al finalizar la escuela secundaria, con tan solo 17 años, se independizó de su familia y se mudó a la Provincia de Buenos aires para comenzar su carrera profesional. A raíz de esto, en 2014, inició la licenciatura en Letras con orientación en Medios de Comunicación, en la Universidad Católica Argentina, más conocida como “UCA”.

En paralelo, se formó en el área de la fotografía, videografía y marketing digital, a través de tutoriales y cursos online. A su vez, trabajó en una cervecería de la ciudad de Buenos Aires y fue contratada como community manager, donde prestó servicios de forma individual, sin relación de subordinación.

Gracias a sus conocimientos y experiencia adquirida, en 2022, consiguió su primer trabajo remoto como escritora creativa para una empresa china. Allí, aprendió a vender contenido digital de primera calidad y ofrecer soluciones a sus clientes.

“Cada paso y camino que elegí fue con el fin de emigrar. Ahorré la mayor cantidad de dinero posible para hacer realidad mi sueño”, indica Magali.

Además, para lograrlo, buscó la manera de obtener la ciudadanía italiana, un documento que le facilitó la estadía en Europa. Éste, ofrece múltiples beneficios en todo el continente: te permite trabajar, residir y estudiar en cualquier país de la Unión Europea. Lo que significaró para ella, una oportunidad única.

Aunque, Magali no encontró ningún familiar italiano para obtenerla por descendientes directos. Por este motivo, en 2022, a pesar de no haber podido acceder al pasaporte italiano, decidió animarse y compró un pasaje de avión con destino a Italia.

“No tenía ningún papel que me asegurara la residencia permanente, pero me arriesgué y me fui con la idea de disfrutar la experiencia al máximo”, explaya con alegría la joven. Lo que no se imaginaba era que unos días después, la vida la sorprendería.

Una vida nómada

“Mi abuela descubrió un familiar lejano de origen italiano y lo que parecía imposible se volvió realidad. Con mucha felicidad, junté los documentos necesarios y obtuve la ciudadanía, un momento increíble en mi vida”, asevera Magali.

Entre lágrimas y risas, el 7 de junio de 2022, se despidió de sus seres queridos en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y partió rumbo a Italia, el destino de sus sueños, según ella. Con mucha ilusión, arribó al país y comenzó un voluntariado, donde trabajó dos horas por día en un hostel y a cambio le brindaban alojamiento gratuito.

Lo sorprendente, es que mantuvo su empleo de community manager, ya que es un oficio que le permite trabajar desde cualquier parte del globo, con tan solo una computadora.

Magali ayuda a los emprendimientos y empresas a escalar sus negocios en las redes sociales, donde se encarga de la edición, promoción y publicación de contenido. Dependiendo del cliente y el servicio que requiera, ella cobra entre 400 y 1500 euros por proyecto, de acuerdo con sus palabras.

A su vez, utiliza sus medios sociales para inspirar, educar y ayudar a aquellas personas interesadas en emigrar y aprender sobre fotografía. Considera que es desafiante y reconfortante compartir contenido de calidad, según ella.

“He tenido seguidores que ‘abrieron su corazón conmigo’, que me han compartido sus miedos y experiencias. Eso, me emocionó hasta las lágrimas. Mi misión ha sido darles ideas y consejos para que disfruten esta vivencia al máximo”, expresa con emoción Magali.

Luego de 11 meses, decidió dar un giro a 180 grados. Se mudó a la ciudad de Tromso, Noruega, con el fin de conocer los increíbles paisajes noruegos y las famosas auroras boreales.

Allí, empezó un voluntariado en un hotel donde trabaja 10 horas a la semana, gracias a ello, recibe hospedaje gratuito y continúa su vida como nómada digital. “Me enamoré de este país, pero seguiré viajando y descubriendo nuevos sitios”, proclama la joven argentina.

A futuro, desea fundar una empresa digital para poder vender sus propios cursos de capacitación, en áreas como fotografía, videoarte, marketing y creación de contenido estratégico.

“Emigrar cambió mi vida. Y trabajar de forma remota, me permitió conocer múltiples países en el camino. Algunos de ellos fueron: Bélgica, Irlanda, Escocia, Suiza, España, Francia, Alemania, Italia y Noruega, donde fui muy feliz”, explaya con alegría Magali.